Exhausta, recién bajada de un avión, pero fabulosa y divertida como siempre, Wendy Guevara se sentó conmigo para platicar sobre su reality show que hoy se estrenó en ViX. El nombre, Wendy: perdida pero famosa, aduce a sus inicios en las redes sociales, pero si algo queda claro es que esta chica está todo menos “perdida”.
“Creo que eso es porque mi papá y mi mamá me hicieron con mucho amor. Agarraron mucho todo. Siempre, desde muy niña, hablo mucho, mana. Pero trato de no decir tonterías, y aunque la mayoría de las cosas sí lo sean, a la gente le gusta y se ríe, y eso es lo más importante”, me dijo. Wendy sabe bien que eso que llama “tonterías” conecta de manera única con públicos antes no imaginados. Sabe que ser auténtica ha sido la clave de su éxito y también que debe rodearse por quien le sepa decir “que no”, cuando sea necesario. A diferencia de lo que algunos han querido reportar, agradece mucho a las que han llegado antes que ella, “como Francis y La Bogue”, y sabe que ella también está abriendo brecha.
Es difícil cuidar una imagen en un reality show, a menos que tu apellido sea Kardashian y tu madre tenga la última palabra sobre el corte final; la ventaja que Wendy tiene es que ella no anda mostrando una imagen manufacturada. Por lo que ya vimos de este nuevo reality no se trata de despilfarros, a menos que de carcajadas y puntadas se refiera. Y eso se agradece en tiempos en los que todo tiene retoque, filtros y control de crisis. Hablamos también sobre resignificar palabras como “perra”. No hay que ser fan como para apreciar el cuidado que este fenómeno llamado Wendy tiene detrás y lo autentica que es.