Varios grupos que luchan contra la discriminación a escala global, representantes de minorías como los afroamericanos, las comunidades judías y todo tipo de personajes de impacto mundial, incitaron a que ayer, quienes quisieran mostrarse solidarios con su campaña Alto al odio por dinero, congelaran temporalmente sus cuentas de Instagram para protestar el hecho de que tantas teorías de la conspiración, que incitan al odio, han encontrado un feliz nicho en el espacio perteneciente a Facebook.
Ahora, si usted o yo congelamos nuestro Instagram no creo que pase mucho. Pero cuando una Kim Kardashian, un Leonardo DiCaprio, un Mark Rufffalo y ahora el increíble Sacha Baron-Cohen lo hacen, hay que entender algo: están sacrificando mucho en presencia y hasta ganancias, porque piensan que el mensaje es mucho más importante que mandar imágenes a sus millones de seguidores. Y vaya que lo es.
Desde la Edad Media, sino es que antes, se han escuchado muchas de las mismas estupideces que aquí repiten de vez en cuando personajes que han creado fama en las telenovelas y que de pronto encontramos citando frases de libros propagandísticos que incitaron terribles matanzas en el pasado, haciendo que unos desconfíen de otros. Y con lo polarizado de la política en gran parte del mundo, los gobiernos parecen solo beneficiarse de esto. Así que ganar dinero por mensajes de odio no parece ser contra la ley. Pero si en algún momento le pega a los bolsillos de Mark Zuckerberg, tal vez recuerde algo de lo que sé, de hecho, estudió en sus clases de historia en la secundaria. Espero.
Twitter: @susana.moscatel