Política

¿Qué es un sicario?

  • Seguridad ciudadana
  • ¿Qué es un sicario?
  • Sophia Huett

“¿Mamá, qué es un sicario?” preguntó Jesús Enrique esta mañana, camino a la escuela.

“Por qué la pregunta?” dijo su madre, arqueando la ceja totalmente confundida.

“La persona de la tele dijo que murió el jefe de sicarios” respondió, señalando con su dedito una pantalla de la tienda por la que pasaban.

“¡Ah! Lo que pasa es que esa persona era el jefe de otras personas que no hacían cosas buenas”.

“Si mamá, pero ¿qué es un sicario?”, insistió el niño, ante la mirada atónita de su madre.

“Presta cuidado, trataré de explicarte” dijo ella, haciendo un alto y sentando al pequeño en sus piernas. “Un sicario es la persona que mata a otra persona porque alguien le dijo y le pagan por eso. Pero eso no quiere decir que quitarle la vida a alguien sea un trabajo honroso”.

“¿Entonces eso es un trabajo? Para eso voy a la escuela ¿no?, para tener un trabajo”, replicó el niño.

“¡No! Tu vienes a la escuela para aprender cosas que te hagan mejor persona; quitarle la vida a alguien no te hace mejor persona, tampoco es un trabajo y mucho menos es para siempre”, dijo la madre buscando decir de la manera más sencilla una respuesta a una pregunta muy compleja. “Además, las personas que deciden dedicarse a eso, solo pueden terminar en la cárcel o en el cementerio”, puntualizó.

“Entonces si van a la cárcel ¿no son buenas personas mamá? ¿Y por qué van al cementerio?”, insistía el niño.

“Pues verás, van a la cárcel porque hicieron daño y al cementerio porque mueren muy pronto y a lo mejor también otro sicario les quita la vida”, decía corta de palabras la madre, por no saber cómo explicarle, “además ¿imaginas la tristeza que debe sentir su madre o hijos si le quitan la vida?”.

“Si, pienso que la tristeza es como lo que siento cuando se hace tarde y no llegas por mí”, dijo él tocando el cabello largo y suave de su madre. “¿Los sicarios deben estar siempre cerca de su madre para que no les roben su vida, mamá?”

“Algo así cariño”, asintió con la cabeza.

“¿Puedo irme ya?” se puso en pie con un gesto decidido. “No hace falta que me acompañes, decidí que no quiero ser sicario”.

Retomo íntegro el texto de una policía de carrera, quien en su desempeño laboral, rompe estereotipos. Una mujer que conoce bien las alegrías y tristezas de la vocación policial y por ello, ama la profesión de un modo indescriptible.

Sea este un homenaje a todas aquellas mujeres que con su sensibilidad, palabras y acciones, son capaces de intervenir en el momento oportuno.


Sophia Huett

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.