Si en el mes de diciembre de 2018, luego de que el nuevo Gabinete Federal tomó protesta, alguien hubiera sugerido que Guanajuato sería la sede que convocara al General Secretario, al Almirante Secretario, al Secretario de Seguridad Pública Ciudadana federal y al Gobernador del estado, tal vez habría sido tomado como una persona poco seria.
Si en enero de este año alguien hubiera afirmado que en Santa Rosa de Lima, ubicada en el municipio de Villagrán y que saltara a la fama por ser sede de una organización delictiva, sería la nueva sede del Instituto de Formación de Seguridad Pública estatal, probablemente no le hubieran creído.
Si en el mes de marzo, cuando inició el Operativo Golpe de Timón, alguien hubiera dicho que el propio Gobernador y su Gabinete, Fiscal y Secretario de Seguridad Pública incluidos, harían un recorrido por la comunidad de Santa Rosa, que incluyó el diálogo con la ciudadanía, difícilmente la afirmación se habría tomado con seriedad.
Se trata de tres afirmaciones que en el pasado inmediato de Guanajuato se veían difíciles de ocurrir, pero que hoy son realidad.
En Santa Rosa de Lima, comunidad que alberga poco más de dos mil personas, hoy una presencia más fuerte que nunca del Estado.
En días pasados no solo se vivió por primera ocasión la visita de un Gobernador, sino que además se realizaron meticulosos estudios para conocer las necesidades específicas de la ciudadanía, tales como salud, alimentación, educación y capacitación para el trabajo, entre otras.
Ello no significa que la comunidad estuviera abandonada por los gobiernos anteriores; por el contrario, se encuentra en una zona con alta actividad económica y que como ocurre en gran parte del territorio guanajuatense, brinda una oferta laboral importante.
Se trata del reflejo de lo que el crimen, más allá del agravio a la integridad personal y patrimonial de la ciudadanía, causa a una comunidad, en término de la desigualdad de oportunidades que provoca de forma directa o indirecta.
Debido a que una organización delictiva tomó como propio este territorio, fue más difícil que ingresaran acciones de bienestar social, provocando carencias, especialmente en aquellos pobladores que no tenían relación con delito alguno.
Hoy las y los pobladores de Santa Rosa de Lima, en su conjunto, enfrentan una nueva oportunidad: un nuevo comienzo hacia un modo honesto de vivir y con igualdad de oportunidades para todos.
Porque justo eso es Guanajuato, un estado en el que ocurren historias increíbles (llámese inicio de Independencia, Guerras Cristeras y otros movimientos sociales), que al contar con un extraordinario potencial industrial, económico, cultural y turístico, le brinda a cada ciudadana y ciudadano la oportunidad de decidir su futuro.
La victoria contra el crimen, no será una historia increíble, sino la historia que resulte del arduo trabajo y convicción de la sociedad y autoridades de no cederle un solo espacio a quien en el delito, busca limitar las libertades de la ciudadanía. Vamos en la ruta correcta, que de eso, no haya duda.