Hace unos días le dimos a conocer que en Irapuato se encontraron cinco cuerpos, si bien los medios informamos que estos se habían localizado en una fosa, la autoridad estatal salió a decir que no era tal, porque no estaban enterrados sino a “ras de piso”.
Así lo declaró el secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad, Marco Antonio Sánchez Aparicio quien no es nuevo en el tema de seguridad y su llegada al estado fue precisamente para reforzar este rubro, pero a un mes de la actual administración estatal la realidad es que a nadie le queda claro exactamente la postura del vocero del vocero.
La semana pasada cuando se le preguntó sobre el hecho esta fue su respuesta: “se encontraron cinco cuerpos, no estamos hablando de… (sic), se encontraron a ras de piso, había intentos como de ocultamiento con un poco de tierra, pero todos estaban visibles estaban a ras de piso, ya la Agencia de Investigación Criminal está realizando las investigaciones necesarias, se los llevaron al Servicio Médico Forense para la necropsia y conocer las causas de muerte”.
Con su declaración quedó más que claro que las autoridades en Guanajuato tienen miedo de llamar por su nombre o mencionar el término a las cosas que están sucediendo.
Señor Secretario de acuerdo a la Real Academia Española, la palabra fosa tiene varios significados: enterramiento, sepulcro; hoyo en la tierra para enterrar uno o más cadáveres; fosa común lugar donde se entierran los restos humanos exhumados de sepulturas temporales o los muertos que, por cualquier razón, no pueden enterrarse en sepultura propia.
Una fosa es una fosa, y lo que se encontró en Irapuato fue una fosa clandestina, o ¿cómo se le tiene que llamar al lugar donde fueron encontrados cinco cuerpos apilados con huellas de violencia?, esto está ocurriendo en Guanajuato y ridículamente se busca desviar la atención.
Lo grave del tema es que se subestime. En Guanajuato las fosas clandestinas utilizadas por grupos de la delincuencia organizada existen aunque al día de hoy la autoridad se empeñe a no quererlo reconocer y también están disolviendo cuerpos, como el caso registrado en León hace unas semanas.
No cabe duda que el solo hecho de que en el estado esté ocurriendo esto y salga a la luz pública los pone a temblar. Los términos le asusta.
Para resolver un problema primero se tiene que reconocer que se tiene. Es como en la salud, el cáncer es cáncer y se debe atender como tal, o al caso ¿se atiende como un resfriado?
Ni Álvar Cabeza de Vaca secretario de Seguridad del Estado, ni Carlos Zamarripa Aguirre Procurador de Justicia pueden salir a dar la cara y atender estos temas antes los medios de comunicación, al inicio de la administración estatal se señaló al secretario de Gobierno Luis Ernesto Ayala Torres como el responsable del eje de seguridad y tampoco sale hablar del tema; y el vocero del vocero Marco Antonio Sánchez Aparicio sale nervioso y titubeante a medio informar y minimizando las cosas, y casi casi como los cuerpos no estaban tres metros bajo tierra no hay de qué preocuparse.
Entonces debe haber hallazgos en el estado de fosas como las de San Fernando Tamaulipas para ¿hacer algo?, ¡no señor!, bienvenido a Guanajuato dónde están ocurriendo cosas y la frase “eso nunca pasaba” quedó muy atrás, éntrele y llámele a las cosas por su nombre.
[email protected]
@sofia_negrete