Vaya días los que se han registrado en Guanajuato, iniciando el lunes pasado con la ejecución del jefe de seguridad del Cereso Mil ubicado en Valle de Santiago en plena Capital, el recorte a municipios del presupuesto del programa de Fortalecimiento para la Seguridad, nuevamente el ataque a policías y para cerrar la semana la manifestación de militantes de partidos políticos por lo que será el pase automático del actual Procurador de Justicia a Fiscal. Esto sólo por mencionar algunos hechos, sin contemplar otros como el incremento del robo de autos, tan solo en Celaya en un día, en la misma zona y en minutos se robaron tres camionetas de lujo lo cual tiene alarmados a los celayenses. El robo de hidrocarburo no cesa.
Imagínese que el diputado local del PAN, Paulo Bañuelos Rosales a punto de pistola y a plena luz del día también fue víctima del robo de su camioneta, por lo que ahora ya salió a exigir que hagan su chamba los tres niveles de gobierno, pues cómo no luego de tremendo susto. Además de las denuncias que han hecho mujeres en redes sociales al haber sido víctimas en plena vía pública; ciclistas manifestándose exigiendo más seguridad, súmele que ahora hasta ahora en León se colocan cartulinas con mensajes de que ciertas zonas ya no son seguras.
Hace una semana justo en este espacio hacía una reflexión, imparable o no la ola de violencia en Guanajuato, esto luego de que el jueves 7 de febrero en 24 horas se registraron 9 ataques en diferentes municipios dejando como saldo la muerte de 18 personas y quedando 3 personas heridas. Los últimos días las ejecuciones múltiples no han cesado. Como no han cesado en prácticamente en casi todo el estado. Ya va para cinco meses en el cargo la actual administración estatal, los municipios ya cumplieron cuatro meses y el Gobierno Federal ya tiene dos meses y medio al frente, y no más no se ve que se hayan puesto de acuerdo. Cada quien anda en su programa de seguridad, cada quien anda anunciando su trabajo sus recursos, sus logros o lo que andan haciendo, sin embargo los resultados siguen sin verse claros y mucho menos contundentes.
En el caso de León, ni la contratación de asesores ha dado resultados, ahí está Bernardo León que el año pasado presentó su renuncia pero no lo dejaron ir y ahora asesora hasta el Gobierno Federal y hace como que trabaja. En el Estado la llegada de Sophia Huett López como Comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia de Seguridad Ciudadana del Estado, no ha sumado ningún cambio desde su llegada el primero de enero y que cada vez es más evidente lo que ya era una obviedad, no tiene a su alcance de la información de lo que ocurre en materia de seguridad en Guanajuato.
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