Las dos principales fuerzas políticas en Guanajuato están en pleno reajuste. Por un lado Acción Nacional está en el trámite para designar a Román Cifuentes Negrete como el próximo presidente del comité directivo estatal y por otra parte Alma Alcaraz está tratando de alinear las cosas en su recién cargo de secretaria general con funciones de presidente.
El panista ha externado públicamente y a su círculo cercano que al encabezar el partido no será una administración de sometimiento a Gobierno del Estado, que buscará ser crítico y señalará cuando algo no se esté haciendo bien.
Por el momento esto solo queda en discurso y palabrería habrá que esperar y ver cuál será el deslinde que haga como cabeza del partido con el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo una vez que asuma el cargo, con él se alineó en la campaña y cerró su candidatura para dirigir al rebaño azul.
Lo cual pone en duda que realmente asuma una presidencia como la que vimos en su momento con Juan Manuel Oliva y el entonces líder panista Fernando Torres Graciano.
Sin embargo la intención de Román Cifuentes es buena y ojalá la vean así desde Palacio de Gobierno, un gobernante que no permite críticas, que no permite que se le señalen los errores, que le digan lo que está haciendo mal difícilmente mejorará en su labor porque solo escuchar que está haciendo bien las cosas, no cambiará la brújula del trabajo.
Pero vamos a ver que tanto le alcanza y si a la hora de la hora no le tiembla la mano, tiene que trabajar para cambiar la percepción que le están heredando, Miguel Márquez dejó enraizado que como Gobernador también se apoderó del partido ahí están los resultados nunca antes la imagen del Presidente del comité directivo estatal se había devaluado tanto entre los mismos panistas como le pasó a Humberto Andrade Quezada.
Logró reunir a los liderazgos de las fuerzas internas del PAN, lo apoyan, solo tiene que focalizar sus baterías en los casos de los panistas que siguen dolidos porque es momento que no les resuelven donde tendrán juego, con los que recibieron un no rotundo en negociaciones recientes como presidencias de comisiones, coordinaciones, no la tiene fácil.
Quien tampoco la ha tenido fácil es Alma Alcaraz recién asumió la figura de la presidencia del partido, y es que el frente que se está abriendo es precisamente con el ex presidente y coordinador de los diputados locales en el Congreso, Ernesto Prieto.
Por lo que lejos de liderar al frente del partido ya comenzó la lucha para imponerse lo cual no ha logrado; ha tenido que mover sus cartas y aseguran que ya comenzó a limar las asperezas que tenía con los del grupo de las hermanas Vázquez Alatorre.
El problema no era la senadora Antares, sino Talía con quien tuvo serias diferencias y ahora por lo pronto ya al menos se habrían puesto de acuerdo.
Resulta que Ernesto Prieto pidió una licencia temporal al cargo de presidente del partido, lo cual es imposible por los estatutos de Morena, por lo que al asumir cualquier otro cargo de elección popular pida o no licencia deja de ser el presidente.
Esto le está llevando al partido abrir varios frentes lo cual los pone muy lejos de llegar la famosa unidad y la división clara entre los grupos.
El arranque de ser la segunda fuerza política en Guanajuato es tambaleante. Alma Alcaraz tiene la experiencia ha dado muestras de ser entrona, pero al interior de su partido en su intento de ser la cabeza e imponerse no lo ha conseguido. El respaldo lo trae desde México tiene todo para manotear y hacerse respetar vamos a ver si lo logra.
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@sofia_negrete
