Política

Una “Carmen” deconstruida: ¿arte o activismo?

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“Ella encarna las fantasías acumuladas de varios autores masculinos”. En esta frase resumió Mathilde López a Carmen, ópera de Bizet que dirige ella misma actualmente para el Festival de Longborough, Gloucestershire, del 9 al 19 de julio.

Por ello es por lo que Mathilde López decidió que en 2022 “tenemos la responsabilidad de crear y poner en escena protagonistas femeninas tridimensionales”. Y si bien en estos últimos tiempos donde el público debate sobre si los personajes de las películas y novelas deben deconstruirse para estar en concordancia con el progresismo tan de moda actualmente, el comentario no puede estar más a tono.

Para López, Margaret Plummer y el director Jeremy Silver, en su producción, “Carmen no es una seductora sexy definida por los hombres que la rodean; es escandalosamente divertida”.

La pregunta de fondo es si están verdaderamente representando Carmen o simplemente ellos decidieron manipular la creación de un autor para su propio beneficio o satisfacción personal en la presentación de agendas. Y la segunda pregunta sería si las audiencias esperan enfrentarse con Carmen o presenciar una opera de agenda social.

“Deconstruir los personajes”. El termino deconstruir en el arte no es algo nuevo o de creación feminista. El término acuñado por Jacques Dérrida de forma simplista lo podríamos resumir como “un enfoque utilizado para comprender la relación entre texto y significado”. No obstante, en el argot feminista, es utilizado como “remediar”, “cuestionar”, “criticar”. Amparado en ello no solo el feminismo sino un sinnúmero de activistas ha arremetido contra creaciones artísticas, en algunos casos cancelándolas y en otros más agresivos, construyendo su propia versión.

Aquí no se trata de un “llorar por los personajes”, sino entender que las creaciones, sean buenas o malas según nuestros valores actuales, se hicieron en un contexto sociocultural específico, como parte de la visión del creador. Que nada tiene que ver con un espacio real como Mathilde López cuestiona desde su experiencia como francesa con antepasados andaluces y romaníes, sino que esa mezcla de “varias mujeres inexistentes” que cuestiona en Carmen es precisamente donde la función del arte cobra forma: en el espacio sensible donde poco o nada tiene que ver el referente real. Esa es la verdadera deconstrucción y no la alteración de construcciones artísticas en el afán de que embone con agendas actuales.

¿Es deseable la creación de arte que en su función social tenga un enfoque de género? Si, aunque no debemos de olvidar que el valor supremo de la obra de arte es su valor estético en si y no el activismo. No obstante, toca más bien generar esos contenidos, y no arremeter con producciones ajenas. ¿Carmen es sexista? ¿Por qué no crear otra ópera?

La censura de contenidos promueve ignorancia. Jamás lograremos comprender nuestro arribo al momento actual sin tener nuestros antecedentes. La igualdad, una sociedad iluminada no se da a través de negar su pasado sino a través de conocerlo y superarlo. De lo contrario seguimos clavados en la época del oscurantismo y de las hogueras… solo que ahora son digitales.

@saraiarriozola

*Doctora en Educación,Máster en Artes con especialidad en Difusión Cultural.

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Sarai Aguilar Arriozola
  • Sarai Aguilar Arriozola
  • Doctora en Educación, máster en artes, especialidad en difusión cultural
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