Uno creería que ser superhéroe da licencia para hacer el ridículo, pero aun en los comics éste es un “privilegio” concedido solo a los hombres.
Apenas hace unas semanas fue estrenada en Disney + la serie She Hulk. El nuevo lanzamiento de Marvel trata sobre la vida de una mujer que se enfrenta a los problemas que le entraña combinar su nueva vida como superheroína con su trabajo como abogada. Es de tintes cómicos y si bien ha sido bien recibida por la crítica, no tiene muy contenta a una parte del fandom a la que, desde Capitana Marvel, le incomoda el hecho que las mujeres ocupen espacios protagónicos en el Universo Cinematográfico del conocido sello de cómics.
Pero, aun cuando los fans críticos aclaran que lo suyo no es misoginia –aunque para ello recurran a los insultos– y que sus cuestionamientos son contra la “inclusión forzada” y la propaganda “progre”, una escena poscrédito de She-Hulk ha dejado en claro que su problema sí tiene que ver con el género de quien protagoniza hasta los chistes.
En esta breve escena, la superheroína aparece bailando twerk junto a la rapera Megan Thee Stallion.por simple distracción, los segundos que dura fueron suficientes para desatar la furia del fandom: “Poco heroica” “ridícula” “innecesaria”… y hasta de comenzar el derrumbe del universo Marvel ha sido acusada She Hulk.
Pero en el lado opuesto, hay superhéroes que han sido festejados y consentidos por sus pasos de baile como el Spiderman de Tobey Maguire (que si bien fue muy criticado hace años hoy hay quienes orgullosamente lo imitan), Star Lord en Guardianes de la Galaxia yTony Stark en Iron Man 3.
Entonces el problema no es que la heroína dedique el tiempo a bailar y no a desarrollar sus superpoderes, sino el que lo haga por distracción o entretenimiento propio, sin que este baile sea para el consumo o el placer de otros hombres.
Porque el mensaje es que las mujeres no podemos disfrutar la vida si no es en compañía de hombres o a su placer. O lo que es peor: no se concibe la idea de una mujer poderosa que sea feliz, pues se ha insistido hasta el cansancio en perpetuar el estereotipo de que las mujeres poderosas son amargadas, solas y desdichadas.
¿En realidad es el baile el problema? No. ¿Realmente está el fandom molesto por la trivialización de la serie? Tampoco. El verdadero problema es de origen: de empezar a tener mujeres en tramas como protagonistas y sin necesidad de un superhéroe que las rescate a ellas.
Porque las mujeres podemos bailar solas y triunfar... ah y ser felices a la par. Por más que ciertos hombres se pongan verdes del coraje.
Doctora en educación, Máster en Artes con especialidad en difusión cultural.
@saraiarriozola