Las mujeres históricamente han sido relegadas a papeles y salarios secundarios en Hollywood. Pero hoy, una mujer tiene desquiciada a la meca del cine comercial.
Fran Drescher y el sindicato de 160 mil integrantes salieron a la calle hace una semana en el arranque de su huelga, que coincidió con el día 74 del paro de los guionistas, con sus reclamos dirigidos directamente a los ejecutivos de los estudios.
Drescher, quien es recordada por su icónico papel en la serie televisiva La Niñera (The Nanny), encabeza el Sindicato de Actores de Pantalla-Federación Estadunidense de Artistas de Televisión y Radio (SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés).
Tan solo el primer día de la histórica huelga, de la cual no había otra igual desde 1960, trajo manifestaciones en al menos 10 sitios en Los Ángeles, En Nueva York, los intérpretes se unieron al Sindicato de Guionistas de Estados Unidos enfrente de la sede de Netflix y las oficinas de Paramount en Times Square. Esto tiene una lógica. Si en el pasado las causas de huelgas y protestas fueron la televisión, las cintas de video o los DVD, ahora son las plataformas de “streaming” y la Inteligencia Artificial lo que cambió las reglas de juego en cuanto a remuneraciones y regalías de quienes tienen a su cargo el peso intelectual y artístico de la industria.
Los trabajadores del cine y la televisión se han unido por reclamos monetarios derivados de las ganancias y la manera como se reparten específicamente en plataformas como Netflix o HBO. Lo que se conoce como ganancia residual –generada por el número de reproducciones de una obra– no se ha visto compensado de acuerdo con el auge del streaming, en parte por la falta de transparencia con que estos sitios operan. Y también se reclama que sea regulado el uso de la inteligencia artificial –la misma que es capaz de recrear casi tal cual a Trump y al Papa– para proteger a actrices y actores ante la eventual explotación de su identidad y talento “sin consentimiento ni retribución”.
Lo que llama la atención es que la lucha por las malas retribuciones no es una batalla nueva, al menos no para las actrices o guionistas mujeres en Hollywood. En múltiples ocasiones se ha señalado la brecha salarial que viven las mujeres contrastadas con sus pares hombres. Una estrella de cine como Meryl Streep ha ganado menos que los actores masculinos a lo largo de toda su carrera y lo ha denunciado en múltiples ocasiones. Angelina Jolie ganó la mitad que Brad Pitt por 'Sr. y Sra. Smith'; y Natalie Portman, que protagonizó junto a Ashton Kutcher la cinta “Amigos con derechos”, reveló que él cobró tres veces más por la película. La situación no es diferente para las guionistas mujeres. De acuerdo con The Guardian, el sindicato de guionistas descubrió que mujeres y gente racializada ”siguen estando seriamente infrarrepresentados entre las producciones”.
Por ello solo una mujer podía entender y encabezar esa causa. Pasamos de la niñera que rompía protocolos a la mujer que desafía el sistema que históricamente las ha oprimido. Con la diferencia que, en esta ocasión, los hombres que no las habían apoyado se unen en torno porque sus intereses han sido afectados, al ver que incluso entre el grupo siempre favorecido había otros más favorecidos, como es el caso de Bob Iger, el CEO de Disney, quien entre bonos y salario base sus percepciones anuales rondan los 27 millones de dólares.
Tras su histórico discurso en el arranque de la huelga de actores, Fran Drescher está abriendo brecha. Podemos estar ante una nueva temporada llena de acción donde, por fin, una mujer lleva la batuta. ¿Se logrará?