Política

Drew Barrymore: actuar no es otro sinónimo de activismo

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Queriendo salir redentora, salió crucificada. “No tengo palabras para expresar mis más sinceras disculpas a todos aquellos que lastimé”, escribió la actriz Drew Barrymore en Instagram.

La conductora de The Drew Barrymore Show había provocado el rechazo de todo el gremio de escritores cuando anunció, hace unas semanas, que la producción retomaba sus actividades para grabar la cuarta temporada.

Y hoy, que la huelga de guionistas de Hollywood ha terminado tras 148 días y que los líderes del sindicato (WGA, por sus siglas en inglés) votaron de manera unánime para autorizar a sus miembros a volver al trabajo, vale la pena revisar a detalle el desliz de la actriz.

Si bien Barrymore es miembro del gremio de actores SAG-AFTRA, programas como el suyo y otros requieren de la participación de escritores sindicalizados. Ella desde un principio se había manifestado como solidaria con los guionistas… hasta que sus intereses se vieron afectados. Así, con el argumento de que su programa estaba regido bajo un convenio distinto, anunció semanas antes de la conclusión de la huelga que reanudaría su show. Y decidió que “por el bien no de ella sino de su equipo” usaría guionistas no sindicalizados. Y aunque el esquirolaje se revista de palabrería solidaria, esquirolaje se queda.

Hoy Barrymore ha pasado por el conocido sendero de muchas estrellas: usar sus redes para colgar sentidas disculpas, prometer reflexiones y pausas. Pero por más videos publicados y borrados, así como frases de reflexión, pagó el coste del error en la era de las sororidades, alianzas y agregados. La Fundación Nacional del Libro, una organización literaria sin fines de lucro anunció que rescindiría la invitación a la actriz para presentar los prestigiosos National Book Awards que se entregarían el 15 de noviembre. Y además se le comparó con la iniciativa de otros conductores de programas en vivo –Jimmy Fallon, Jimmy Kimmel, Stephen Colbert, Seth Meyers y John Oliver– que lanzaron un podcast juntos cuyas ganancias fueron para los huelguistas.

Y es que el resbalón de Drew Barrymore nos da señales de algo muy común hoy en día. Se ha vuelto popular para personalidades de todos los medios ser aliadas de causas, manifestarse en redes en apoyo total a manera de marketing. El activismo se ha vuelto la etiqueta favorita para generar simpatías en redes, aunque en realidad no se sepa si militan para una agenda social o la propia. El que Barrymore no dimensionara que no podía solo poner palabras bonitas y dejar de ser esquirol desnuda de cuerpo entero no solo a ella ni a las estrellas mediáticas, sino a todo ese universo de aliados de cuanta causa dé reflector. La sororidad en marzo, la inclusión en junio, reflexionar por la tierra en abril, y así pasamos de purple, pink a green washing según convenga.

Los activismos van más allá de “posts” en Instagram y las tomas de conciencia más allá de disculpas en videos. Tal vez es hora de conectar más con el mundo real. En éste no hay filtros ni hashtags para definirnos. Hay realidades por las cuales dar batalla. Y no hay manera de borrar los errores. Drew Barrymore ya lo entendió… ¿será?


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Sarai Aguilar Arriozola
  • Sarai Aguilar Arriozola
  • Doctora en Educación, máster en artes, especialidad en difusión cultural
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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