El próximo 8 de septiembre, Vero Delgadillo dará su primer informe como presidenta municipal de Guadalajara. Su lema es “Gobernar es cuidar”, y si bien siempre existe la tentación de que los informes se conviertan en desfiles de cifras, lo cierto es que este primer año deja elementos que vale la pena analizar.
En seguridad, que es quizá la principal preocupación de la ciudad, los números muestran un avance que no se puede ignorar: 28% menos delitos patrimoniales, la detención de 22 bandas delictivas, y un aumento de 10 puntos en la percepción de seguridad, la mejor cifra desde 2017 según el INEGI. A esto se suma la contratación de 260 nuevos policías, 60 millones de pesos en equipamiento, y la reapertura del Juzgado Cívico 6 junto con una nueva unidad de mediación en el oriente de la ciudad. Detrás de esos datos hay una inversión fuerte: 2 mil 500 millones de pesos destinados a la tranquilidad de los tapatíos.
En el terreno de los servicios públicos, también hubo cambios que se notan. Este año se destinó 34% más presupuesto que el anterior, con un total de 3 mil millones de pesos. Se compraron 160 nuevos camiones de limpieza, que llevaron la recolección de basura a un 95% de eficiencia. Guadalajara se convirtió además en el primer municipio del país con alumbrado público 100% LED, se plantaron más de 20 mil árboles, y está por lanzarse una app para seguir en tiempo real los camiones de basura. Puede parecer un detalle, pero a la gente le importa ver sus calles limpias e iluminadas.
La obra pública ha tenido su sello. Con 844 millones de pesos invertidos, de los cuales 450 millones fueron destinados a la renovación del centro histórico, se busca equilibrar la atención entre el corazón de la ciudad y las colonias. También destacan los 11 escuadrones de limpieza con 132 millones de pesos de inversión, y la creación de la gerencia nocturna, que atiende la ciudad cuando muchos otros municipios “duermen”.
En lo social, la apuesta también ha sido fuerte. Se invirtieron 333 millones de pesos en programas que alcanzaron a 243 mil ciudadanos. Más de 180 mil estudiantes recibieron mochilas, uniformes y útiles, y se puso en marcha la primera red territorial de cuidados del país, con 90 millones de pesos. La salud duplicó su presupuesto respecto a 2024, al pasar de 93 a 220 millones de pesos.
Otro aspecto interesante ha sido la cercanía con la gente a través de los Martes Comunitarios, donde se han invertido más de 100 millones de pesos en obras solicitadas directamente por vecinos, y los Sábados de Corresponsabilidad, que llevaron al gobierno a recorrer las 11 comunidades de Guadalajara. No es poca cosa que una alcaldesa, en medio de la agenda política, se dé el tiempo de escuchar y atender directamente a los ciudadanos.
En cultura y deporte, se beneficiaron 447 mil personas con actividades culturales en barrios, y se destinaron 3 millones de pesos para apoyar a deportistas locales. Y en cuanto a desarrollo económico, se invirtieron 107 millones en programas de emprendimiento, 500 apoyos a proyectos liderados por mujeres, y más de 800 personas consiguieron entrevistas de trabajo gracias al programa de fomento al empleo. De nuevo, no son logros espectaculares, pero sí pasos concretos en temas que a la gente le pegan en el día a día.
Al final, el balance de este primer año no es perfecto —porque siempre quedarán retos por atender—, pero sí es claro que Vero Delgadillo ha mostrado firmeza en las decisiones y cercanía con la gente. Y aunque todavía es temprano para hablar de lo que viene, lo cierto es que si mantiene este rumbo, no sólo podría asegurar la reelección en la perla de occidente, sino también perfilarse como la primera mujer en gobernar Jalisco. El tiempo lo dirá, pero por ahora, su primer año deja la sensación de que Guadalajara está en manos de alguien que sabe que gobernar, efectivamente, es cuidar.