La tal Leagues Cup, inventada en 2019 por las federaciones futbolísticas del subcontinente norteamericano, le aseguró, en su más flamante y reciente versión, cuatro plazas a los equipos mexicanos participantes en la fase de grupos, independientemente de sus méritos comprobables en la cancha.
Hay que reconocer, con la objetividad que podamos tener en nuestra condición de aficionados descontentos y congénitamente suspicaces, que cuatro equipos de la MLS tuvieron también garantizado el premio de colarse a los cuartos de final para enfrentar directamente a los dignísimos representantes del balompié azteca y, justamente, el Inter Miami, sin Messi, el Orlando City –otro de la Florida, que nos resultó comarca futbolera, qué caray—, el Seattle Sounders y el LA Galaxy jugaron, en esa etapa decisiva, contra los Tigres, el campeón Toluca, el no muy pujante Puebla y el Pachuca, respectivamente.
Hasta ahí duró la fiesta binacional –o, más bien, trinacional, recordando que en la mentada MLS juegan también clubes canadienses— porque ninguno de los equipos mexicanos (es un decir, así como están poblados de jugadores extranjeros) logró resolver el trámite de participar en la siguiente ronda.
La competición se volvió entonces un festejo casero un tanto deslucido, lo suponemos, aunque los seguidores de nuestro vecino país muy contentos que habrán de estar de que haya quedado públicamente certificada la superioridad de sus equipos: tendrá lugar una semifinal floridense, o como se diga, entre los de Orlando y los de Miami, y el otro partido será entre equipos de la costa Oeste de los Estados Unidos, los californianos del LA Galaxy y los más nórdicos del club de Seattle.
Muy bien, pero entonces, ¿qué podremos decir del estado del futbol profesional en nuestro país? ¿Resulta, acaso, que ellos, los vecinos, son ya mejores y que su liga es más competitiva? ¿Los señores directivos de doña Liga MX y los augustos dueños de los clubes son los grandes culpables de la situación? ¿Fue puramente circunstancial la muy mediocre actuación de los equipos mexicanos y a las primeras de cambio un Cruz Azul, un Rayados o un América (de mis Chivitas ni hablamos) le van a pasar por encima a cualquiera de los de allá?
Estamos hablando, en todo caso y descartando estos cuestionamientos, de algo un tanto bochornoso aunque, miren ustedes, ser peores que los demás no es necesariamente un pecado mortal, ni mucho menos, sino simplemente una realidad incómoda.
El torneo más prestigioso de nuestra región, sin embargo, no es esta Leagues Cup sino la mentada Concachampions y ahí las cosas han sido sustancialmente mejores para los equipos de la Liga MX: después del título del Sounders de Seattle en 2022, los ganadores han sido el León, el Pachuca y el Cruz Azul.
Así que, miren ustedes, no sólo podemos encontrar consuelo sino constatar que no están tan mal las cosas.