Dejemos claro, México es un país de manufactura automotriz y un puente hacia mercados de mayor demanda a donde las ganancias mayores en pagos de impuestos no son de gran envergadura al haber tratados que reducen las cargas fiscales, y donde la mayor ganancia se observa en el lugar en el que son vendidos los automóviles como un producto final al consumidor que tiene que pagar los impuestos por tenerlo, el financiamiento, mantenimiento, refacciones, impuestos a los combustibles, pago de derechos de placas, licencias de manejo, entre otros costos.
Mucha producción de vehículos ligeros, pero pocas nueces en dinero para México.
También dejemos claro que México no es potencia tecnológica respecto a tener marcas con tecnología propia. Somos simplemente manufactureros, y un trampolín logístico para empresas de otros países que buscan entrar al mercado de las barras y las estrellas.
¿Por qué el sector manufacturero automotor debe evaluar y proponer cambios radicales a las marcas que están en nuestro país?.
Se debe a que:
• Las exportaciones de productos manufacturados automotrices tienen un acumulado de alrededor de 1.8 billones de dólares al día de hoy, los cuales representan del total de las exportaciones realizadas por México, entre 30 y 35 por ciento de forma anualizada. Dichos recursos representan un soporte para la nación debido a que, en el caso de no tener esta industria que incrementó a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), el déficit comercial sería mucho mayor del que tenemos actualmente.
• Existen de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) un total de 13 marcas de vehículos ligeros que tienen sus centros de producción en México. El acumulado total de la manufactura alcanzó 52.2 millones de unidades producidas en 15 años y la marca de mayor producción es General Motors con 11.4 millones de unidades, seguida de Nissan con 10.90 y en tercer lugar Volkswagen con 7.6.
• Del total producido por las marcas de vehículos ligeros en México, entre 80 y 88 por ciento son exportados y el resto se queda en el mercado mexicano para sus ventas e inventarios. Las marcas de Estados Unidos (EU) exportan cerca del 90 por ciento, las asiáticas 82 por ciento y las europeas 90 por ciento del total producido en el país. Nissan es la que menos exporta con 73 por ciento y Toyota la de mayor exportación con 93 por ciento.
• Del total de vehículos ligeros exportados de 2005 a 2023 (abril), 74 por ciento (32 millones) fueron enviados a EU. Es decir manufacturamos la tecnología de las empresas de ese país y somos el puente para que otras marcas puedan penetrar en este mercado.
• El promedio de marcas que venden automóviles ligeros se ha mantenido entre 25 y 30 y en 2022 llegaron a 36 para consumo del mercado mexicano.
• El total de ventas realizadas en los últimos tres y medio lustros, ha sido de 20.8 millones de unidades de vehículos ligeros, un promedio de 1 a 1.3 millones en forma anualizada. Las ventas más altas fueron en 2016, con 1.6 millones de unidades, aunque la tendencia de 2017 a 2019 fue a la baja y de 2021 a 2022 se recuperó pero no al ritmo deseado. En 2023 posiblemente vendan entre 1.1 y 1.3 millones de unidades.
• La marca que ha acumulado un mayor número de ventas en el mercado mexicano en los últimos 15 años ha sido Nissan con 4.6 millones de unidades de vehículos ligeros, seguida de General Motors con 3.8 y Volkswagen 2.5.
• En 2022 se vendieron alrededor de 1.095 millones de unidades y quien lideró fue Nissan con 15.43 por ciento seguida de General Motors con 15.08 por ciento y en tercer lugar Toyota con 8.80 por ciento.
La información anterior nos confirma que México es un país manufacturero de vehículos ligeros. Pero NADA MÁS.
Entonces podemos considerar que el nearshoring debería ser aprovechado con el nuevo T-MEC pero debe cambiar lo realizado con el anterior tratado o continuaremos siendo manufactureros de tecnologías de otros países, para ser el puente para otros mercados.
La realidad es que cualquier industria de esta índole siempre buscar reducir costos, empezando por la mano de obra, seguida de la energía necesaria para el producir los vehículos, una armonía entre el riesgo país y normas establecidas dentro de los diferentes mercados que influyen en la cadena de valor en la producción y finalmente tener una logística que permita reducir tiempos de entrega dentro de la cadena de producción y en el envío del producto final al mercado de consumo objetivo.
En México estamos empezando al revés a tratar de ser atractivos al mercado, al decir que “tenemos una mano de obra barata y que estamos cerca del mayor consumidor de unidades de vehículos ligeros” la industria manufacturera está cayendo en el orgullo mercantil y está olvidando que tenemos un acuerdo comercial donde hemos visto diferentes controversias, como el pago de la hora de un obrero y la formación de asambleas de sindicatos, a lo cual esté acorde con lo establecido en EU y Canadá, se debe buscar una homologación entre todos los países y que no cause una ventaja competitiva en este rubro y cumplir con los acuerdos entre todas las partes de los términos y condiciones establecidas. No perdamos el foco.
Estar cerca de EU es una ventaja, pero a la vez, dentro del país no hay una certeza en la logística de cumplir con los tiempos, hay aumento en la inseguridad de las carreteras por donde transita la mercancía que lleva a las empresas a pagar sobrecostos en seguridad bajo una custodia o facilitación, para reducir los tiempos de salida del país de lo producido.
Hoy el sector manufacturero en general paga entre 3 y 5 dólares la hora, cinco veces menos que en EU y Canadá. Todas las personas que están dentro de esta industria son inscritas al seguro social e incrementan el número de empleos. Las nuevas plazas son ligadas a las marcas que producen bajo un salario tasado y muchos de la población económicamente activa en la cadena de valor de la industria, no ganan igual. Hoy hay más inscritos al Seguro Social pero ganando menos salario debido a que 60 por ciento de los asegurados ganan máximo 2 salarios mínimos. Las Pymes o empresas tienen que competir para poder tener un contrato con una marca, reduciendo costos que impactan principalmente a las personas, generando empleos mal pagados. ¿Las marcas presionarán a sus proveedores a dar a sus empleados un buen salario?
Muchos vehículos son ensamblados bajo una manufactura cada día de mayor calidad. Hoy la producción de vehículos ligeros a nivel mundial tiene un concepto comercial de capacitación al empleado, no pensante que es guiado bajo un sentido común de un manual, proceso que cada marca sigue para obtener una línea de producción en tiempo.
Realmente genera valor al país la manufactura al generar ventas mayores en el mercado de consumo final, o simplemente influye en un aspecto del crecimiento, balanza comercial y empleos en un sector determinado y no permea a otros mercados.
¿Qué opinas?