En la actual guerra comercial que se está dando a nivel internacional, se está generando un fenómeno político de reacuerpamiento de naciones por la ofensiva lanzada por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, con una visión imperialista y de asumirse como el policía del mundo ejerce la conducción de la nación estadounidense como una gerencia empresarial en la que solo importan los dividendos y utilidades económicas en las relaciones con otras naciones, sin importar la diplomacia, el respeto, la cortesía política, es un burdo y vulgar orangután para tratar a los demás mandatarios y con ello a sus pueblos.
Al mundo ya le quedó claro que se vive con Trump una amenaza de guerra comercial y que día a día se está expuesto al temperamento del voluble mandatario estadounidense para ver dónde y a quien se le ocurre designar unilateral y arbitrariamente aranceles, a quien le cierra sus fronteras y a que nación amenaza de invadir militarmente por considerarlo amenaza para los Estados Unidos.
A partir de sus determinaciones económicas, las diferentes economías de todas las regiones del mundo se han visto amenazadas, con ello ha surgido un reacomodo geopolítico en el que las relaciones comerciales se empiezan a replantear y quienes fueron aliados de los Estados Unidos hoy están reencauzando sus alianzas a China que hoy es la primer economía mundial y le hace frente sin ningún temor a Trump aplicando también medidas arancelarias y aceptando los desafíos.
Llama la atención el papel que están jugando algunos mandatarios en este escenario de confrontación política y económica, tal es el caso de Milei de Argentina y Noboa de Ecuador que ante los ojos del mundo se comportan con auténticos sirvientes ante Trump, se les olvida que representan a una nación y que su auto humillación afecta a todo su pueblo, causa indignación porque no todos comparten sus posturas indignas, aun y cuando sus economías no pintan en el escenario mundial, gritan sus apoyos al presidente estadounidense aunque eso implique una auto flagelación política y económica.
El caso de Noboa que haciendo gala de su ignorancia y ridiculez anuncia aranceles contra México cuando realmente lo único que se les exporta es camarón y medicamentos, realmente México no recibe productos ecuatorianos que pongan en riesgo la economía, y la reciente torpeza de publicar una alerta ante un fantasioso supuesto traslado de sicarios mexicanos para atentar contra Noboa a unos días de haberse proclamado vencedor de las elecciones fraudulentas en Ecuador, para lo cual la cancillería mexicana ocupó su tiempo en desmentir la narrativa injuriosa del gobierno ecuatoriano.
Los mandatarios Milei y Noboa insisten en llamar la atención de Trump y quieren quedar bien a costa de su propia humillación internacional, colocan sus discursos ultraderechistas para defender lo indefendible de la actual política comercial cuando prácticamente la mayoría de las naciones están molestas y decididas a la emancipación económica con Estados Unidos y sus organismos económicos; esos dos mandatarios son el claro ejemplo que para la conducción de un Estado nación es indispensable el conocimiento, la habilidad y pericia política y sobre todo la dignidad que implica representar a un pueblo.