Se le ha denominado “Semana histórica” a la que empezará a vivirse desde hoy y hasta pasado mañana miércoles por la noche en Los Ángeles, California, entre los mejores representantes de la Liga Mx y la Major League Soccer.
Me gusta el apelativo. Nunca se había registrado un “Juego de estrellas” entre ambas competiciones. Pero prefiero ver este evento mucho más allá del atractivo espectáculo que estoy seguro se convertirá.
Para mí esto representa toda una declaración de intenciones. Este acercamiento se sitúa en proyección de futuro. Habrá que empezar a tomarle el pulso de forma seria a lo que pudiera convertirse en una sola competición.
Hay muchas maneras de imaginar esto. Y reconozco, por supuesto, que no se empieza de cero. En la historia común de estas dos ligas se han registrado y registran ya algunos intentos que no pueden para nada ser descalificados. Si acaso hay que pedirle a los clubes estadunidenses y canadienses un poco de más seriedad y compromiso.
También es cierto que el hecho de que los calendarios de la Liga Mx y la MLS sean diferentes, o no sincrónicos, no ayuda mucho a este propósito de que todos lleguen en un mismo momento futbolístico.
Pero justo ese y muchos otros puntos muy específicos son los que tendrán que empezar a ser evaluados por un equipo de trabajo conjunto. A las dos ligas les conviene enfrentar el futuro de forma unida e imaginarse todo, que eso no cuesta nada.
Un año futbolístico da para hacer muchísimas cosas. Bien pudieran persistir los torneos locales durante seis meses y darle forma a un torneo común de las dos ligas los otros seis meses. Me refiero a un torneo largo, que otorgue un campeonato de mucho prestigio.
En fin. Veamos esta semana histórica como el inicio de algo absolutamente inédito en nuestra historia como espectadores. Algo que puede ser de un enorme reto y un gran atractivo.
Rafael Ocampo
