A falta de menos de un mes para que se registre el crucial partido entre las selecciones de futbol de México y los Estados Unidos, hay que dar por sentado que el argentino Gerardo Tata Martino seguirá al mando del equipo tricolor.
Ese partido se llevará a cabo el jueves 24 de marzo en el Estadio Azteca.
Ambos equipos marchan en segundo y en tercer lugar de la eliminatoria con 21 puntos, aunque con mejor diferencia de goles de los estadunidenses. Cuatro unidades abajo del líder Canadá.
Dado el pobre nivel de juego que han mostrado los dirigidos por Martino, tristemente improductivos en ataque, no hay que descartar el peor escenario. Si los mexicanos perdieran ese duelo y el representativo de Panamá, que marcha en cuarto sitio y enfrentará ese mismo día de local al sotanero Honduras, la distancia entre ambas selecciones quedaría reducida a un punto, pues los canaleros marchan con 17 unidades.
Luego, tres días después, los mexicanos visitarán a Honduras, mientras que los panameños tendrán que hacer lo propio con los estadunidenses.
Y finalmente, el representativo nacional vuelve al Estadio Azteca, el miércoles 27 de marzo, para cerrar la eliminatoria contra El Salvador, muy lejos de poder pelear ni siquiera el repechaje.
La apuesta de la Federación Mexicana de Futbol seguramente es la de que en el escenario más pobre se podrían conseguir al menos 6 de esos 9 puntos disputa… Con esos dos triunfos es una realidad que los del Tata conseguirían su pase directo a Qatar.
Así que, ¿para qué moverle?, habrán concluido en la FMF. Los arreglos urgentes al equipo ya vendrán después (incluida la revisión de si lo procedente es encontrar un nuevo entrenador), o será un tema absolutamente secundario, pues lo importante para ellos, estar en el Mundial, lo habrían satisfecho.
Si se accede a una segunda o tercera ronda ya quedará al azar y lo mejor será cerrar los ojitos y rezar.
Rafael Ocampo