Es verdad que no hay prisa alguna para que la Federación Mexicana de Futbol elija al sucesor de Juan Carlos Osorio al frente de la selección nacional. Los partidos que se han jugado y jugarán en este 2018, después del Mundial de Rusia, son absolutamente insignificantes. No deberían ni de haberse programado.
Pero también es cierto que quienes dirigen a la FMF y más directamente quienes son responsables de concluir este proceso, han quedado un poco exhibidos, manifestándose poco capaces para controlar los tiempos y las formas.
Tras el comunicado difundido ayer por la tarde por la FMF se da a entender que, por la razón que haya sido, fue Ricardo Ferretti o los propietarios de los Tigres los que le dijeron no a la FMF.
Eso no está bien. Porque además no queda claro por qué les dijeron que no.
Tras semanas o meses de estarle dando a este asunto, generando expectativas, filtrando seguramente versiones respecto a Ferretti, resulta ahora que las cosas están en el mismo lugar. O peor.
La selección nacional seguirá este 2018 en manos de un entrenador interino. El comunicado de la FMF referido dice que: “Estamos en la recta final del proceso que ha incluido conversaciones con importantes candidatos y estamos seguros de poder concluir este proceso en un futuro cercano”.
Espero que de este dicho no vaya a salir un problema mayor: que se haya platicado en estas semanas con algún entrenador que tenga contrato vigente con algún club o selección. Esto podría deparar un verdadero escándalo.
Cuando en el citado texto se dice que “Lamentablemente, hemos sido notificados por parte del Club Tigres de la imposibilidad de considerar a Ricardo Ferretti como candidato a dirigir en forma permanente a la Selección Nacional de México”, debemos entender que sí lo querían para que se quedara de forma definitiva.
Vamos a ver cómo se resuelve este mal llevado misterio. Esperemos que no salga nadie más raspado.
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