La eliminación del América en esta temporada que aún no finaliza se equipara solo con lo que han vivido otros clubes, de otros deportes, que se mostraron también muy dominantes durante la campaña regular, pero que una vez en la ronda final o en los playoffs, por una u otra razón, terminan desinflándose.
Pienso, hablando de beisbol, de lo que vivieron en días recientes los Dodgers de Los Ángeles y los Yanquis de Nueva York en las llamadas Grandes Ligas. Contrario a lo que creían propios y extraños no pudieron quedarse con el campeonato. Y eso que hicieron una temporada con registros de récord. Terminaron por encontrarse con la horma de sus zapatos.
Esto es lo que le sucedió al América. Se enfrentaron al Toluca, cargado de jugadores con experiencia y liderazgo, pero además bien entrenado por Ignacio Ambriz. Un equipo que potenció características, como el cobro de jugadas a balón parado directas al área enemiga, que resultaron ser justo una de las debilidades de su adversario.
No digo que eso sea todo lo que explica la eliminación americanista, pero sin duda este fue un factor notable en una serie muy igualada, que se definió por un solo gol y donde los dirigidos por Fernando Ortiz tuvieron opciones absolutamente reales, en los dos partidos, para haber conseguido un resultado final a favor.
Así, por detalles como estos, se definen los títulos en el futbol mexicano. Es de celebrarse si uno revisa el tema con el ánimo de querer que la Liga Mx crezca en términos competitivos, que se puedan documentar estos hechos. Así como resultó lamentable la enorme diferencia que se dio en la serie anterior, entre el América y el Puebla… O, aunque tiene sus matices, la que consiguió el Pachuca sobre el Monterrey.
¿Qué va a resultar del duelo de la gran Final entre el Pachuca y el Toluca? ¿Será una serie pareja o absolutamente dispar? Creo que lo mejor es ya no decir nada y mejor esperar.
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