Es un buen momento para exigirle a la selección mexicana de futbol un desempeño más que aceptable en el duelo del próximo jueves contra su similar panameña.
Todos los jugadores convocados por el entrenador Jaime Lozano acuden con un incuestionable buen ritmo competitivo, tanto los que actúan en competiciones europeas como los que lo hacen en la Liga Mx.
No hay pretextos en esta ocasión que poner sobre la mesa, como los que luego se exhiben: que si los jugadores vienen cansados o estresados por no tener vacaciones o sin el tiempo suficiente para recuperarse de lesiones. Ahora no.
En el campo de los delanteros acuden Santi Giménez, uno de los punteros, con el Feyenoord, en la tabla de goleo de la liga neerlandesa e Hirving Lozano, figura con el incuestionable super líder de esta misma competición, con el PSV. Completan este rubro dos americanistas que vienen luciendo: Henry Martín y Julián Quiñones.
Están llamados también dos cruzazulinos que han sido fundamentales esta temporada en el sorprendente repunte de su equipo: Carlos Rodríguez y Uriel Antuna. Está también Roberto Alvarado, sin duda el mejor elemento de las tambaleantes Chivas.
Del superlíder Monterrey tres puntales: Jesús Gallardo, Gerardo Arteaga y Luis Romo. De los Tuzos del Pachuca, el equipo revelación en lo que va del torneo, Erick Sánchez.
Pudiera cuestionarse el llamado de jugadores de la Liga Mx como Erick Aguirre (Monterrey) y Jesús Orozco Chiquete (Chivas) pero queda claro que no están llamados en un rol de titulares.
Pero quienes protagonizan la lista, como sea, son los consolidados jugadores que actúan en el extranjero. A Giménez y a Lozano se suman César Montes, Johan Vázquez, Julián Araujo, Jorge Sánchez, Edson Álvarez, Luis Chávez, Orbelín Pineda, llamados a ser casi todos titulares.
El punto es que no hay pretextos para que el equipo mexicano gane y guste.