En la semana que acaba de concluir, Notivox Diario dio a conocer que los legisladores de la Cámara del Estado de México avanzan en lograr el reconocimiento oficial de la cocina mexiquense como patrimonio cultural inmaterial propio de la entidad, un fenómeno cultural formado por una compleja diversidad de alimentos, preparaciones y sazones que hacen de la comida tradicional un referente de identidad y una práctica que debe preservarse y fomentarse en beneficio de la sociedad.
Este trabajo legislativo no es menor, pues al lado de la importancia de crear leyes o reformar las actuales, con este esfuerzo de reconocimiento cultural las diputadas y los diputados están respaldando una iniciativa social que constituye, sin duda, un importante factor del mantenimiento de la diversidad cultural frente a la creciente globalización que vivimos.
Singularizar el fenómeno de la cocina mexiquense es un paso necesario para emprender acciones ejecutivas que fomenten el conocimiento y las técnicas que se transmiten de generación en generación y que, por provenir de una genuina práctica social, poseen un alto valor cultural y económico tanto para grupos minoritarios como mayoritarios de la entidad.
Al mismo tiempo, reconocer el conjunto de valores implícitos en este bien de ancestral práctica significa: a) valorar el vínculo que hay entre el pasado y el futuro a través del presente culinario mexiquense, b) identificarlo como factor que contribuye a la cohesión social porque fomenta un sentimiento de identidad y responsabilidad, c) aceptar que la cocina mexiquense es un hecho social de gran valía para la nación entera, porque desde una geografía particular aporta a la diversidad de la gastronomía nacional.
La iniciativa se encuentra en discusión y seguro que se presentará al pleno en breve. Esperemos que no haya reparos en aprobarla, ya que permitirá, fundamentalmente, que la Secretaría de Cultura instrumente estrategias de preservación y fomento de este bien intangible, y que nos permita conocer a profundidad esa riqueza cultural.
En la entrevista que concede a este medio, la legisladora Leticia Mejía hace un recuento suculento: “hay una amplia oferta gastronómica que combina la oferta de la zona, a través de conejos, armadillos, tlacuaches, guajolotes, acociles, ranas y charales, combinadas con el maíz, frijol, nopales, hongos, calabazas y la gran diversidad de chiles; aromatizados con el sabor del epazote, pápalo, cilantro, perejil, ajo, cebolla, menta, hierbabuena, que sumados a las experimentadas manos de mujeres y hombres que preservan sus tradiciones culinarias, aprovechando todo lo que les da la región”. Cita platillos que cocinan diversas comunidades indígenas del estado que, debe decirse, no están al alcance cotidiano de la mayoría de mexiquenses. ¿Cuándo empezamos el paseo para degustar esos platillos y sabores?