Con franca alegría me entero de que este fin de semana la cineasta española Marta Ferrer (1982) estrenó en el circuito cultural y alternativo de cine no comercial su más reciente documental “A morir en los desiertos”, reconocido en los festivales de Los Cabos International Film Festival, Ambulante, Cine Latino Rencontres de Toulouse, Festival Internacional de Cine de Morelia, Festival de Cine Puy Ta Cuxletaltic de Chiapas y con una mención honorífica del Premio José Rovirosa a Mejor Documental Mexicano.
El documental tiene al canto cardenche como protagonista. Este género eminentemente folclórico del norte de México, que va de Sapioriz, en Durango, hasta la zona lagunera del Bolsón de Mapimí, incluyendo al estado de Coahuila, es cantado a capella por los campesinos de la región, en una especie de lamento por los amores perdidos; pero no es solo eso, pues se ha convertido en un emblema del rescate y preservación de la música tradicional mexicana a cargo de toda una generación de nuevos cantantes que ven en ese género la reivindicación de la auténtica cultura rural de los pueblos del norte, de enorme riqueza expresiva y con una honda sabiduría del México árido de los desiertos.
No es casual, pues, que Marta Ferrer haya titulado así su más reciente documental, hecho después de su exitoso largometraje “El varal”, de 2009, situado en el Bajío mexicano, trabajo que a su vez ganó el premio a Mejor Largometraje Documental en el 8° Festival Internacional de Cine de Morelia, una mención especial del Jurado en el 4° Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México DocsDF y el segundo premio en la Muestra Internacional de Cine y Video Visión Frontera 2009, en Baja California. Su visión es clara: describir el estilo de vida de la población mexicana que se encuentra al margen de la vida de las ciudades, cuya voz no se escucha en el estruendo de la moda urbana, y lo hace a través de sus manifestaciones artísticas o culturales, con una gran labor de guión y producción.
Entre nosotros, seres ajenos, la mayoría, a la cotidianidad del canto cardenche, destaca el trabajo de Juan Pablo Villa; el coro acardenchado dirigido por él, Leika Mochán y María Emilia Martínez; los hermanos Ernesto, Alberto y Carlos González Domene; el musicólogo Roberto Portillo; Mardonio Carballo… una cauda de músicos, literatos y promotores culturales que siguen grabando discos y produciendo conciertos para divulgar esta música hermosa, honda y conmovedora que tanto nos dice.
El documental “A morir en los desiertos” estará proyectándose en diversas salas alternativas de Ciudad de México, Guadalajara, San Cristóbal de las Casas, Nayarit, Toluca (Cineteca Mexiquense), Mérida y Monterrey (Cineteca de Nuevo León). No lo dejes pasar.
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