“Aquí yace lo que fue mortal de Stephen Hawking”. La frase sobre la tumba del conocido científico me sorprende y me deja pensando; ¿por qué aclarar que ahí yace solo “lo que fue mortal” y no otra cosa? Esto es: ¿qué es lo que no yace ahí que no era mortal?
Muchos científicos encuentran sentido en el dios de Spinoza porque es un Dios ajeno a las supersticiones, los milagros, los mitos y las narraciones fantásticas que acompañan a los demás dioses. Por algo Spinoza fue anatemizado y los católicos se quedaron con las ganas de excomulgarlo: no pudieron porque no era católico. El dios de Spinoza es matemático, es 100% racional.
Algunos exegetas han considerado que en esta filosofía es factible sustituir la palabra “Dios” por la palabra “Naturaleza”, pero creo que se equivocan: la única palabra que podría sustituir a su concepto de Dios es “Totalidad”, porque para Spinoza, todo es Dios: sea pensamiento o sea materia, todo es Dios; el mal se explica únicamente como ausencia de Dios. Para la mayoría, dice el filósofo, Dios no es más que el refugio de su ignorancia, cuando la ignorancia es precisamente la ausencia de Dios.
Lo que suele no entenderse del Dios de Spinoza es su idea de la vida después de la muerte. Podríamos decir que, para él, así como la materia regresa a la materia, el pensamiento regresa al pensamiento. Son dos los aspectos que conforman al ser humano: por un lado, la extensión, que se refiere a todo cuanto ocupa un lugar en el espacio, que en nuestro caso es nuestro cuerpo; por otro lado, el pensamiento, el cual no ocupa un lugar en el espacio porque es de otra índole. Al morir el cuerpo retorna a la materia y el pensamiento retorna al pensamiento universal sub specie aeternitatis: desde una perspectiva eterna.
¿Se refería a eso la aclaración “lo que fue mortal” en la tumba de Hawking?