Cultura

¿Carpe diem?

Todos estos llamados a carpe diem, a vivir plenamente, me parecen una necedad. Esto es; ahora resulta que debemos ser felices de tiempo completo. Pero el ser humano no es así.

En primer lugar, como bien lo dejó claro Heidegger en Ser y Tiempo, una parte inevitable de la forma de ser humana es la cotidianidad media: mirar sin ver detenidamente, oír sin escuchar con atención, vivir la vida en la cotidianidad, tomando todo como algo que está garantizado. Existen, piensa este filósofo, momentos en que esa cotidianidad se fractura, por una pérdida, por una alegría inesperada o por otras situaciones, y es entonces cuando en verdad vemos, escuchamos, valoramos el instante y la vida. Pero eso no es el día a día.

Creer que al cambiar nuestra forma de vida saldremos de esa cotidianidad, es absurdo: salimos de ella, pero a la vuelta de la esquina la vida vuelve a ser lo que es: algo cotidiano, que se toma como algo garantizado. Cambiar la forma de vida solo incide en una persona cuando la vida anterior, la que se cambió, era un verdadero infierno, como es el caso de las mujeres maltratadas, por poner un ejemplo.

En segundo lugar, nosotros, los pocos privilegiados que tenemos la fortuna de tener tiempo para leer o escribir, los pocos que pudimos elegir una profesión, si no somos felices por lo general no es porque debamos cambiar de vida, sino porque debemos cambiar nuestra forma de ser con la vida: no hemos comprendido que la felicidad no está en como nos trata la vida, sino como la tratamos a ella, cómo la vivimos.

Gran parte de la humanidad no elige una profesión; pasa hambre, sufre guerras, trabaja en lo que buenamente puede y si no puede, vive de lo que encuentra o muere de hambre, frío o de las enfermedades de la miseria.

¿Por qué nosotros, los pocos que hemos podido elegir qué hacer con nuestra existencia, pretendemos requerir algo más para ser felices? ¿Más viajes, más distracciones, más cambios, más relaciones? Bueno, porque la cotidianidad acaba con todo. Lo que como humanos requerimos cambiar, es nuestra relación con la cotidianidad, la cual estará presente en cualquier modo de vida. Y para tener una buena relación con esa cotidianidad se requiere ser activo y creativo.

Recientemente se presentó la última película de Johnny Deep: un profesor que, al saber que tiene cáncer y le quedan seis meses de vida, siente que desperdició su vida siendo profesor universitario y manteniendo un matrimonio mediocre con una mujer a la que, en realidad, ama. Su respuesta inicial es apropiada: se queda solo con los alumnos interesados en aprender, a los demás les ofrece aprobar si se largan. Pero a partir de ahí todo es un desvarío. Buscando salir de su supuesta mediocridad, accede a tener una experiencia sexual pasajera y sin importancia con un alumno, ingiere alcohol en cantidades considerables, acrecienta la falta de comunicación con la familia y no aprecia al único amigo que en verdad sufre por su situación.

Las gracias, al igual que las desgracias, pueden abrirnos a valorar la vida. Pero en cualquier modo de vida lo esencial es aprender a vivir de manera diferente. Para apreciar la vida, lo fundamental es ser agradecido y ayudar a quien se puede. En otras palabras, aprender a estar bien con lo que está ahí: Zhi zú, decía el sabio Laozi: aprender a estar bien con lo que hay. Porque si no se aprende eso, nunca se estará bien haya lo que haya.

Para comenzar, lo mejor es notar cada momento en el cual podemos decirle al otro: “gracias”, y hacerlo. El mejor mantra de todos no incluye palabras incomprensibles en idiomas ajenos y es muy sencillo: “gracias”. Esa es la receta más asequible y económica para ser feliz.

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Paulina Rivero Weber
  • Paulina Rivero Weber
  • [email protected]
  • Es licenciada, maestra y doctora en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Sus líneas de investigación se centran en temas de Ética y Bioética, en particular en los pensamientos de los griegos antiguos, así como de Spinoza, Nietzsche, Heidegger.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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