Para Alios Alzheimer, el trabajo fue un refugio después de la muerte de su esposa. Atendía todos los casos que llegaban al hospital, como el de la señora Auguste, que llegó directamente a sus manos.
Le inquietaba esa mujer que, desorientada, deambulaba por la habitación. Para ella todo parecía ser nuevo: no recordaba nada de lo recientemente vivido. Solo cuando se le preguntaba su nombre, respondía: Auguste... pero esa misma respuesta daba al preguntarle el nombre de su esposo o su apellido.
Dos años después de la muerte de su esposa y del ingreso de Auguste, el doctor Alzheimer cambió su sede de trabajo y no volvió a saber de aquella mujer hasta que murió, en 1906. Entonces él pidió que se le hiciera llegar su cerebro para estudiarlo y presentó los resultados en la conferencia "Sobre un proceso patológico peculiar grave en la corteza cerebral", el 3 de noviembre de 1906.
Me imagino su decepción cuando no se le hizo una sola pregunta: su conferencia no llamó la atención de los especialistas. Pero cuatro años después, en 1910, el eminente psiquiatra Emil Kraepelin, colega de Alzheimer, incluyó la enfermedad en la octava edición de su texto de Psiquiatría, nombrándola en su honor: "enfermedad de Alzheimer".
Estamos ante un padecimiento incurable: existen ciertos fármacos que pueden retardar su avance o prolongar la enfermedad avanzada, lo cual es, desde mi perspectiva, un absurdo.
Entre los factores de riesgo se encuentra la edad y el hecho de ser mujer; también la disminución de actividad física y actividad mental aumentan la incidencia. Hay especialistas que consideran un factor más de riesgo: la ingesta de carne roja, mariscos, lácteos y alimentos procesados; mientras que comer productos frescos con frutas y legumbres, así como cereales y aceite de olivo, brinda cierta protección.
Pero la verdadera protección es firmar ante un notario una voluntad anticipada. Debemos pensar: en caso de padecer esta enfermedad, ¿cómo deseamos ser tratados? Muchos no quisiéramos recibir tratamiento.
No cabe duda: una adecuada legalización de la eutanasia es una labor aún pendiente.