Las respuestas graves posteriores a la aplicación de una vacuna han sido, hasta ahora, rarísimas, pero muy notorias, y tienen que ver con una reacción inmunológica “cruzada”, en donde el material biológico “atenuado” aplicado al paciente, produce una inflamación al receptor en tejidos u órganos, inesperada.
En terapia Intensiva los pacientes mencionan haber recibido la aplicación de una vacuna semanas previas a su ingreso a la unidad. Por lo general el sistema afectado es el neurológico; inician con un cuadro gripal común y corriente, para después comenzar con dolor y debilidad en las piernas y brazos; sienten, pero cada vez les es más difícil mover las piernas.
Hasta ahí las cosas no parecen estar tan graves; lo grave radica cuando esa parálisis neuromuscular afecta los músculos del tórax y el diafragma, que son claves para la mecánica respiratoria; este es el motivo principal de ingreso a la Terapia Intensiva. Los enfermos son vigilados continuamente.
Esta situación la llamamos comúnmente Insuficiencia Respiratoria “Mecánica” es decir, sus pulmones están sanos, pero son los músculos los que fallan en la fuerza y movilidad para respirar; es fácil adivinar que, cuando esta dificultad empeora, los pacientes son conectados a un respirador artificial; la ventilación mecánica permanecerá hasta que el fenómeno inflamatorio neuromuscular desaparezca y los músculos adquieran nuevamente la fuerza necesaria para poder respirar; en ocasiones este proceso de “Desinflamación” puede llevar más de una semana; cuando esto sucede, los pacientes son sometidos a una traqueostomía, debido a una ventilación mecánica prolongada.
Estos enfermos no se pueden mover en la cama, por lo tanto, están estáticos y eso es un problema ya que no pueden toser de manera espontanea y expulsar o arrojar el moco o secreciones acumuladas en la vía respiratoria; además de que están expuestos a una flora bacteriana propia de la unidad; dicho más claro, la posibilidad de que sus pulmones se infecten es mayor, y pueden complicarse con neumonía intrahospitalaria, situación que alarga la estancia y empeora el pronóstico.
Es necesario comentar que en todo momento los pacientes están conscientes y alertas; eso genera mucha angustia y estrés en ellos.
En fin, el manejo terapéutico de estos enfermos es difícil y complejo, son pacientes graves con un pronóstico reservado.
En situaciones como esta es cuando surge de manera irremediable la pregunta: ¿Valió la pena la vacunación? Y la respuesta dependerá de a quien le pregunten.