Los rayos solares o ultra violeta son el factor más importante en el desarrollo del cáncer de piel.
Sí es cierto que la edad y la herencia son otros factores; pero el exceso de exposición al sol es el más importante.
Nuestra piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo; cuesta trabajo reconocerlo como un órgano, pues estamos acostumbrados, al decir órgano, a pensar en hígado o corazón o pulmón.
La piel tiene distintas funciones orgánicas como el mantener nuestra temperatura corporal; sirve también como barrera para las bacterias, desde luego la función estética ni hablar, y por supuesto es la principal entrada a los estímulos dolorosos y la reacción respectiva de nuestro cuerpo.
La piel se regenera diariamente y la capa más superficial, llamada córnea, son células muertas que descamamos día con día; en nuestro trabajo y casa siempre hay residuos de nuestra piel.
El tono o color de la piel es importante ante la exposición del sol; los tonos blancos reaccionan ante el sol con quemaduras, mientras los tonos claros morenos o morenos reaccionan hiperpigmentándose o bronceándose.
El estar expuestos al sol de manera excesiva daña a las capas de la piel en particular una que está entre la epidermis y dermis, conocida como capa basal, ahí habitan los melanocitos, que una vez dañados e inflamados por los rayos UV, se reproducen de forma desordenada dando lugar al cáncer.
La presencia de lunares nuevos, de forma irregular, con color azul aperlado, o morado, de tamaño mayor a medio centímetro y en ocasiones ulcerado puede ser sospechoso se cáncer de piel, en particular de melanoma; estos lunares nuevos aparecen a partir de los 25 años y deben ser evaluados por un médico dermatólogo.
Se toman biopsias del lunar parcial o completas y se analizan para normar el tratamiento a seguir.
También se explora y busca la presencia de ganglios en cuello, axila o ingles y de ser necesario se toma biopsia, para buscar siembras o metástasis del cáncer.
En fin, lo más recomendable para prevenir el cáncer de piel es usar bloqueador solar cada 4 horas, de preferencia protección 50, sobre todo en regiones como la nuestra, o al realizar ejercicio o estar en la playa.
No es muy recomendable las cámaras de bronceado, también se pueden usar ropas con protección solar, gafas y sombrero.
El Sol es maravilloso en sus beneficios y es el promotor de nuestro origen y permanencia como planeta; pero nuestra piel requiere de protectores para evitar sus efectos nocivos cuando nos exponemos en exceso.