Cultura

Unos mueren para que otros vivan

En pleno Día de Muertos, una de las tradiciones y costumbres más arraigadas en algunas zonas de nuestro país, desde la mañana que la jefa de información de Notivox Puebla me llamó para decirme que sí habría edición mañana, todo el día estuve tratando de discernir cuál es el mensaje que puedo dar en un día como estos en este espacio con temas tan específicos.

Pensé en abordar cómo vamos en el Club de Lectura de “Rendirse para triunfar: la alegría de vivir”, que ha sido todo un éxito, junto con la serie de conferencias que estamos dando donde nos invitan para compartir este interesante proyecto de prevención de adicciones, superación personal y desarrollo humano, pero dada la fecha elegí mejor entrarle al tema que se celebra.

Por la tarde tuve la oportunidad de escuchar a través de Tecsounds Radio, la estación de radio del Tec de Monterrey, una interesante charla acerca de las ofrendas en el programa “Un mundo mejor” donde la conductora Belinda Jiménez y el artista plástico Mauricio Cervantes Rodríguez tuvieron una muy interesante conversación plagada de varios matices respecto de los significados que tiene para nosotros como mexicanos el Día de Muertos.

Mientras reflexionaba sobre el tema, me vino a la mente una frase contundente, quizás un poco ruda, que alguna vez aprendí de uno de esos viejos sabios y estadistas que se encuentran en los grupos de Alcohólicos Anónimos y que me expresó cuando fuimos a tratar de ayudar a un alcohólico en plena intoxicación, sin deseos de vivir y para quien nuestra visita era inútil.

“Unos tienen que morir para que otros vivamos”, expresó, ante mi sorpresa e incredulidad y ante lo que estaba escuchando, en esa que quizás fue la primera vez hace más de 20 años ya, que me tocó tratar de pasarle un mensaje de esperanza a quien estaba en tinieblas del abismo.

Cuando salimos de esa habitación de hotel donde se hospedaba nuestro amigo alcoholizado, ya con más serenidad, Tomás me dijo que el programa de recuperación es para quien lo quiere y no para quien lo necesita, lamentablemente, que por más que quisiéramos hacer por salvarle la vida a los que están sufriendo, algunos no querrán o no podrán, otros elegirán la salida falsa y solo nos conformaríamos con el haberlo intentado y dejarlo en manos del Poder Superior, como cada quien crea en él.

“Al final el beneficio más grande es para nosotros, porque al ver estas tragedias damos gracias a Dios por nuestra propia sobriedad, nos damos cuenta de lo devastadora que puede llegar a ser la enfermedad y, reforzamos nuestra idea de seguir sanándonos, por lo que entonces ya entenderás el dicho, unos mueren para que otros podamos vivir y hay que estar agradecidos por ello”, puntualizó este hombre que para entonces tendría unos 12 años de sobriedad, 10 más que yo.

Quizás no tenga relación absoluta con lo que hoy celebramos en México y que en todo el mundo es noticia cultural, pero me parece una buena manera de entender que la vida y la muerte son parte de un mismo concepto y que, en materia de adicciones, como en otros, la muerte de otros puede reafirmar el deseo de vivir de muchos más.

Sea como sea que celebre mi estimado lector, que impere el respeto a las ideas y que tengan felices fiestas.

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Omar Cervantes
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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