Cultura

¿Feliz día de la niñez?

Sentimientos encontrados me provocaron este fin de semana imágenes que pudieran ser antagónicas, relacionadas al menos en mi imaginario, con el hoy llamado “día de la niñez”.

Por una parte, las redes sociales y los medios tradicionales publicando fotos infantiles de los famosos, igual que todos los que se subieron al tren. En el otro extremo, el video viral de un pleito de un par de padres de familia que llevaron a sus hijos al cine a ver Mario Bros y peleaban delante de ellos por el uso de un sillón “pirinola”. Finalmente, el sabor de boca que me dejó este sábado el haber visto la película “El hijo”, de Florian Zeller.

Algunos me criticarán de aguafiestas y está bien, pero es que en realidad me sigue llamando poderosamente la atención que pensemos que, con la celebración romántica de una fecha comercial, nos alejamos de las realidades desgarradoras que cotidianamente viven los grupos que deberían ser prioritarios como son las niñas, niños y adolescentes.

Un pleito a golpes sin recato alguno en cualquier escenario siempre será condenable. Más lo es si se acude a un centro de diversión familiar a donde se supone se asiste a esparcirse, relajarse y convivir sanamente. Peor tantito si la vergonzosa escena se da como un pésimo ejemplo delante de los hijos.

Sé que nadie nace sabiendo ser padres, ni hay manuales o escuelas de paternidad más allá de la vida misma. Eso no obsta para que un poco de amor incondicional, una pequeña dosis de sentido común y el respeto básico a los valores universales, nos haga entender que una gran parte de nuestra misión como padres es educar con el ejemplo a nuestras generaciones, con todo y nuestros errores y nuestra humanidad falible.

¿Saben cuántas niñas, niños y adolescentes sufren a causa de vivir en hogares con adicción? Muchas y muchos repiten el patrón, otras y otros desarrollan el síndrome del hijo adulto de un adicto. Pasa igual con la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, la neurosis, las creencias limitantes, los divorcios o separaciones mal asimilados y diversos factores más, que causan heridas en la infancia y que después generan patologías mentales o emocionales en la juventud y la adultez. Tal como la película de Zeller, que aborda el delicado tema del suicidio juvenil.

Quizás por eso este domingo me “brincaban” tantas publicaciones y frases hechas en las redes sociales a propósito del “día de la niñez”.

Pensaba para mí que, si en lugar de tantas frases rimbombantes, clichés y abundantes fotos infantiles el 30 de abril, los adultos dedicáramos al menos un día por semana a revisar qué mundo le estamos dejando a las siguientes generaciones, qué ejemplos le estamos heredando a nuestros hijos y qué tanto los conocemos y nos acercamos a ellos para construir un mundo mejor y estar al tanto de sus vidas, sus ilusiones y sus dolencias.

La palabra convence pero el ejemplo arrastra. Menos buenos deseos para la niñez del mundo y más acciones para atender de fondo, con amor y empatía sus necesidades.



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Omar Cervantes
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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