Sociedad

La película de tu vida

Todo depende de cómo vemos las cosas, y no de la forma en que son en sí mismas

Carl Gustav Jung

Cuántas veces hemos escuchado la famosa frase de los directores de películas: Luces, cámara, acción. Así también sucede en nuestra vida, las luces están representadas por la mirada, la cámara es en donde ponemos nuestra visión, observamos lo que sucede frente a nuestros ojos; el problema radica

en la tercera palabra: acción.

Hay ocasiones en que vemos lo que pasa, tomamos conciencia de ello, pero somos incapaces de actuar. Existen diferentes motivos para la no acción: La alexitimia, que es la incapacidad de accionar en correspondencia con las emociones, un bloqueo mental que impide el reconocimiento o detección de las mismas o la indefensión aprendida, un tipo de comportamiento que aparece cuando una persona es incapaz de reaccionar frente a situaciones dolorosas. El sujeto empieza a creer que no tiene control sobre la situación que le está causando daño físico o psicológico, por lo que se inhibe mostrando pasividad, está convencido de que todo lo que haga resultará inútil. Ahí radica para algunos la importancia de acudir a psicoterapia.

En ambos casos es como ir a ver la película de tu vida siendo un espectador, sin la posibilidad de tomar decisiones que modifiquen la trama. En este punto lo importante es dejar de ser un observador y transformarnos en el director de nuestra vida, es decir, dejar la pasividad y entrar en acción.

Habremos de identificar las emociones para gestionarlas adecuadamente; la bondad que nunca reprende es pasividad; la paciencia que nunca se agota es servidumbre; la serenidad que nunca se rompe es indiferencia.

Una manera efectiva de evitar la alexitimia o la indefensión aprendida es lo que conocemos como resiliencia, que es la capacidad de afrontar la adversidad a pesar de los traumas, tragedias, amenazas o fuentes de estrés severo como problemas de salud, familiares, económicos, etcétera. El término resiliencia procede de la palabra resilio, que significa “rebotar”, es decir, impulsarse tras un tropiezo emocional.

“Cuando los conflictos más intensos se superan, dejan una sensación de seguridad y tranquilidad imperturbable. Son solo estos intensos conflictos y su conflagración lo que se necesita para producir resultados valiosos y duraderos”.

Carl Gustav Jung.

Miriam Colín

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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