La elección de los caminos de Doha por buena parte del mundo convirtió a Catar en una pieza de equilibrio en la región. Hamás, la Hermandad Musulmana, el Talibán, Washington, Europa y Tel Aviv, todos participaron de un Estado dual que contiene un rostro para los intereses de cada uno dependiendo del instante. De la anuencia israelí para dirigir fondos destinados a debilitar a Fatah, pasando por un mundial de futbol en el que no pocos decidieron ignorar las violaciones a derechos humanos o la relación de Doha con actores que, para ese momento, no les resultaban incómodos.
La crítica que algunos hemos hecho a Catar no contradice el rechazo absoluto al ataque de Israel sobre Doha esta semana.
No se trata sólo de la vulneración a la soberanía territorial de un Estado, que lo es y se suscribe a la lógica desde la cual, hoy muchos ven el derecho internacional como un asunto exclusivo de sus empatías. Tampoco de los liderazgos de Hamás. Aunque ambos se lleven la atención. Son los países del Golfo, la posición de Estados Unidos y su agencia en la zona.
En su juego de dualidades, Catar construyó una relación de dependencia con la que es necesario operar. Guste o no. Hasta esta semana, era el terreno de negociación que tenía garantizada la seguridad para quienes revisaban un posible acuerdo de cese al fuego y liberación de rehenes en Gaza.
Catar es parte de la arquitectura de defensa occidental en Medio Oriente. La base estadunidense no fue suficiente para proteger el territorio.
Los países de la península cuentan con un aparato de reacción a las agresiones contra cualquiera de sus miembros. Nadie espera una respuesta militar de Catar o del Consejo de Cooperación del Golfo. Sus herramientas son otras. Útiles para, precisamente, no invocar su operación.
Israel logró unir a la península como hace mucho no sucedía. El mayor rechazo conjunto a las acciones y propuestas de Israel, arriesga a ser la pérdida de espacio de operación para Estados Unidos. Acuerdos de Abraham y sucedáneos.
Israel rompió un vínculo que permitía algún tipo de interlocución para contener el delirio. Estados Unidos mostró su incapacidad para responderle a sus socios.
La historia que va de Catar a Polonia.