Hace unos días un lector me escribía para preguntarme sobre posturas que pudieran contribuir a rehabilitar su salud cardiaca y pulmonar, “sin caer en riesgos innecesarios”. En primer lugar, es importante reiterar que, en caso de tener algún padecimiento preexistente, se debe consultar al médico a cargo antes de iniciar cualquier actividad física. En segundo lugar, la petición de evitar riesgos innecesarios es absolutamente válida tratándose de yoga.
Como sabemos, la mayor parte de las asanas son no solo inocuas, sino muy benéficas para la salud, pero las posiciones invertidas como Sirsasana, el Parado de cabeza, no deben ser practicadas si se presentan afecciones cardiovasculares, o lesiones ortopédicas.

En general, el yoga ayuda a mantener la presión sanguínea baja, a ampliar la capacidad pulmonar, a reducir los niveles de colesterol malo y estrés, mejorando la frecuencia cardíaca y la circulación sanguínea. Así, las asanas que abren el pecho, como Bhujangasana, la postura de la Cobra; Matsyasana, la postura del Pez; Ardha Chandrasana, la Media Luna: Trikonasana, el Triángulo, y Ustrasana, la postura del Camello (utilizando bloques) son posiciones que además de estimular el corazón y los pulmones, activan el diafragma y el timo, y con éste la producción de linfocitos T.
Por ejemplo, la Media Luna, o el Triángulo, son posiciones de pie y de apertura cardíaca diseñadas para promover el ejercicio cardiovascular. El tórax se expande a medida que la respiración se vuelve profunda y rítmica. Por otra parte, la dupla de asanas del Gato y la Vaca (Marjaryasana y Bitilasana) permiten que la frecuencia cardíaca se estabilice y se vuelva suave y rítmica. También aumenta la circulación sanguínea.
Pero ademas de estas posturas, hay técnicas respiratorias o pranayamas, como la respiración Ujjayi. Conocida por energizar el cuerpo y calmar la mente, pero también por “ampliar el aliento”, genera beneficios sobre la actividad cardiovascular, el intercambio de gases, los parámetros sanguíneos, y toda la actividad metabólica, además de que promueve los procesos de limpieza y eliminación de toxinas acumuladas en vías respiratorias. Una técnica donde se contrae la parte posterior de la garganta, lo que aumenta la presión intratorácica, que a su vez incrementa la presión intrapulmonar; esto ayuda a mantener la dilatación y la elasticidad de los pulmones.
(Con información de artofliving.org y milenio.com)