Aunque hay asanas que parecen creadas solo para contorsionistas, siempre habrá una variación más accesible para los cuerpos no tan fuertes o no tan flexibles que nos permita tocar la conciencia y los beneficios de la postura.
Es el caso de Krounchasana, la postura de la Garza, una posición sentada de grado avanzado que requiere gran flexibilidad en caderas, músculos isquiotibiales y cuádriceps. Pero aunque de inicio no podamos armarla por completo, tenerla en mente siempre será un horizonte hacia donde avanzar, expandiendo un poco más, cada vez, nuestros límites.
Como explica el portal tummee.com, “esta postura se puede comparar con la garza o la grulla que se yergue en las aguas en busca de su presa. La acción de enraizamiento de los isquiones se compara con sus patas, y el alargamiento o extensión de la pierna se compara con el cuerpo y el cuello del ave. La asimétrica postura de la Garza enseña a los estudiantes a traer equilibrio y estabilidad en ambos lados del cuerpo, siendo que un lado está activo y el otro estirado. Al igual que el pájaro que le da nombre, esta postura debe ser muy elegante y llena de luz”.
Krounchasana ayuda a aumentar la energía en el cuerpo y, de hecho, forma parte de la serie intermedia de Ashtanga, pero éste es solo uno de sus beneficios. La Garza además relaja los isquiotibiales, en la parte posterior del muslo, y desintoxica el sistema digestivo, estimulando los órganos abdominales y el corazón. También ayuda a liberar las articulaciones de la cadera; fortalece y tonifica el cuerpo, alargándolo a lo largo de la línea central; calma la mente y reduce el estrés.
Para armar esta asana se inicia sentado con la pierna derecha flexionada en Virasana, la postura del Héroe. Dobla la rodilla izquierda y toma el pie izquierdo con las manos. Con la espalda recta, estira la pierna izquierda, acercándola lo más posible al torso. Lo ideal es llevar la rodilla al mentón. Mantén la posición, luego relaja y repite del otro lado.
Si te resulta molesta la flexión profunda de pierna y rodilla, puedes sentarte sobre una cobija, cojín o bloque, o puedes mantener el pie cerca del glúteo contrario, como si fueras a realizar Padmasana.
Marién Estrada@marien_caminoa7