José María Muriá nos vuelve a sorprender con su nuevo libro: De no ser por México. Ayuda a tantos exiliados republicanos. 80 aniversario. El prólogo de Sergio García Ramírez y editado por Miguel Ángel Porrúa (MAPorrúa, 2019).
Una historia de gratitud hacia México y a la política de Lázaro Cárdenas que abre las puertas a los republicanos españoles y como dice José María los busca para ofrecerles una salida de los campos de concentración franceses. El libro está salpicado de anécdotas, documentos, y una bibliografía que nos remite a las fuentes primarias.
La presentación se llevó a cabo en el centro cultural Vito Alessio Robles con la participación del autor, de Miguel Ángel Porrúa y Javier Villarreal Lozano. Y fue de lujo por los comentarios que nos dieron con una nueva óptica del exilio español.
La generosidad de Cárdenas, el gran equipo de embajadores y diplomáticos mexicanos como Isidro Fabela, Narciso Bassols, Gilberto Bosques, Luis I. Rodríguez Taboada fueron clave para rescatar a miles de refugiados. México así se convierte en el país que lucha por la Libertad y la justicia. En un telegrama de Lázaro Cárdenas a Luis I. Rodríguez, 23 de junio de 1940:
Con carácter urgente manifieste usted gobierno francés que México está dispuesto a recoger a todos los refugiados españoles de ambos sexos residentes en Francia [...] Si el gobierno francés acepta en principio nuestra idea, expresará usted que desde el momento de su aceptación, todos los refugiados españoles quedarán bajo la protección del pabellón mexicano.
Y en el libro encontramos hazañas heroicas como cuando Manuel Azaña, Presidente de la República ya enfermo habla con el embajador Luis I. Rodríguez para pedir asilo, pero él no puede viajar, así que don Luis, le dice “no se preocupe la embajada va por usted”. Y alquila varias habitaciones del Hotel du Midi de Montauban declarándolas sede de la legación y por tanto con privilegios de extraterritorialidad. Azaña muere el 3 de noviembre de 1940 en esas mismas habitaciones —legalmente territorio mexicano—.
En palabras de Muriá refiriéndose a Bosques y a Luis. I. Rodríguez. “Ambos son verdaderos luchadores heroicos, cuya gesta, junto con muchos otros de menor rango, en la trinchera de aquella benemérita política exterior mexicana, difícilmente encontrará parangón en la historia de la Humanidad”.