Este año, Argentina elegirá presidenta o presidente, quien asumirá el 10 de diciembre, día en que cumple 40 años de democracia ininterrumpida. Se elegirán además gobernadores en 21 provincias, jefe de gobierno de Buenos Aires, un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados; como también cargos a legislaturas provinciales, concejales municipales e intendentes.
Si bien la Cámara Nacional Electoral no ha dado a conocer el cronograma, hay fechas preestablecidas. La ley dicta que las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) deben realizarse el segundo domingo de agosto, es decir, el día 13. También el Código Electoral Nacional define que las elecciones generales han de celebrarse el cuarto domingo de octubre, o sea, el día 22. Sin embargo, en caso de ir a balotaje (segunda vuelta) si él o la candidata no logra un 45 por ciento o 40 por ciento de los sufragios con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo lugar, según la Constitución, dentro de los 30 días posteriores a la elección general, habrá una definitiva entre ambos contrincantes.
Hubo un intento por parte del oficialismo de suspender las PASO y, aunque fracasó la petición, aún pueden ser suspendidas. Empero, se requiere de una reforma y los tiempos para un cambio de reglas se agotan, ahora que los partidos precisan ordenar sus competencias internas.
En el caso de la oposición, “Juntos por el Cambio”, entre los posibles precandidatos, se encuentran: Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ex gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad, Facundo Manes, diputado nacional e, incluso, el ex presidente Mauricio Macri.
El oficialismo, por su parte, se muestra disperso y con incertidumbre, luego de que la única posible candidata capaz de unificar al “Frente de Todos”, Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta, ex presidenta y ex primera dama, anunció que no será candidata en 2023, tras ser condenada por un caso de corrupción, aunque no ha causado estado.
El actual presidente, Alberto Fernández, expresó que “no está pensando en la reelección” y Sergio Massa, el “súper ministro”, a quien muchos ven como candidato, aún no muestra interés en serlo.
Por fuera de la polarización argentina, también está la participación del “outsider” Javier Milei. Su espacio libertario y anti “establishment” viene trabajando para obtener representación en cada una de las provincias, con un crecimiento positivo en su imagen, a pesar de su controversial personaje.
El Frente de Izquierda tendrá, de seguro, su participación en la contienda electoral, como también, una posible formación “anti grieta” de centro con el socialismo de Santa Fe y el peronismo disidente.
Un dato curioso en estas elecciones es que las provincias decidieron separar sus elecciones de las nacionales, para no verse afectadas en gran parte por el escenario político nacional.
Quienes saldrán a la cancha y quien jugará de titular en la final está por verse.
Dos lecciones nos deja este proceso:
Primero: En la tierra de Messi, nada está dicho.
Segundo: ¡Francia!
De tarea
Isabella Nardi, de Santa Fe, Argentina, me ayudó a escribir esta columna.
Marco Sifuentes