La Consulta Pública de Juicio Político a “ex actores políticos” que se llevará a cabo este domingo, tiene dedicatoria para Felipe Calderón, homólogo de Andrés Manuel López Obrador y al que el tabasqueño le guarda profundo resentimiento, porque según su dicho, le robó la Presidencia de la República en 2006.
Y no obstante haber triunfado en los comicios del 2 de julio del 2018, López Obrador persiste en acusarlo de la serie de ejecuciones que por miles se desataron a partir de su mandato en todos los rincones del país, lucha fratricida que, en apariencia, no tendrá nunca fecha de caducidad.
Lo que sí es un hecho es que la llamada Consulta Pública significará un nuevo revés para el inquilino de Palacio Nacional, toda vez que según cálculos de expertos en encuestas públicas, a las urnas no se presentarán más de una cuarta parte del padrón del INE, es decir, poco más de 23 millones de posibles votantes y se requieren cuando menos 37 millones para lograr el consenso legal.
El tabasqueño se ha empecinado para que a través de votaciones dirigidas y hasta tramposas, la ciudadanía que está inconforme hasta en la forma en que la gente come tacos, sean los censores y fustigadores de los que son considerados los culpables de la mala marcha del país.
Ciertamente, en sus sexenios -no solo a partir de Carlos Salinas y hasta el de Enrique Peña Nieto-, ex mandatarios como Luis Echeverría, José López Portillo y Miguel de la Madrid, permitieron los saqueos y latrocinios al patrimonio nacional que dejó encono y molestia a millones de connacionales.
La realidad de esos bandidajes a las arcas públicas y por lo sectario de la Consulta Pública, pareciera que en esas tres administraciones no se registraron situaciones graves para los 90 millones de mexicanos que poblábamos, en ese entonces, el país entero.
No, amigo lector. No hay que hacernos los occisos como para imaginar que los tres ex presidentes de la República que ocuparon el Ejecutivo Federal de 1970 a 1988, fueron muy honestos y morales a prueba de todo y no deban ser enjuiciados. Y en sintonía con la paráfrasis de López Obrador, como para no ser “tocados ni con el pétalo de una flor”.
O quizá AMLO sentía o siente cariño por los tres referidos, -máxime que fue cuando el corazón del tabasqueño transpiraba priismo del bueno- orgullo del que dejó como constancia de su amor al otrora partido en el poder, el himno que le compuso.
Notas de Trascendencia
El pasado martes dejó de existir el orgulloso, respetuoso y siempre entusiasta priista René Juárez Cisneros, quien ocupó todos los cargos públicos, locales y federales de Guerrero.
El ex mandatario se contagió de Covid-19 en abril de este año, toda vez que para su infortunio, no guardó las posturas y protocolos higiénicos en las que siempre esgrimía y citaba las declaraciones del “doctor” Hugo López-Gatell, que el tapabocas no servía como para no contagiarse.
Desde abril, el hasta ayer diputado federal y líder de la bancada tricolor en el Palacio de San Lázaro quedó dañado y tan débil, que ya nunca quedó libre del mal que al final le cobró la vida. Descanse en paz.
En otro orden y con respecto al partido Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado Rannauro, dicen que éste líder máximo, convocará a una reunión extraurgente con todos sus cuadros, para analizar la actuación tenida por la yucateca, Yvonne Ortega, quien no fue capaz de poner orden en la madriguera naranja de la Península de Yucatán.
La otrora gobernadora dejó pasar de todo: desorden, envidias, golpes bajos y hasta agresiones a aspirantes a puestos de elección pública, debido a militantes y a candidatos ciudadanos que se quejaron porque no se les facilitó ningún recurso para llevar a cabo sus campañas.
Ortega pretende ser la coordinadora de la fracción parlamentaria de MC en la Cámara de Diputados. Empero, como no supo descifrar los embates en contra de muchos aspirantes y dejó correr el golpeteo, dicen que Delgado Rannauro no le otorgará ninguna oportunidad para erigirse a partir del 1 de septiembre como la nueva jerarca de la Ola Naranja en el Palacio de San Lázaro.
Marco Antonio García Granados
