El pasado quince de septiembre por la noche, se llevó a cabo la ceremonia del “Grito de Independencia” a cargo del Presidente. Como de costumbre, los vítores para los héroes que nos dieron libertad del yugo español, no faltaron, así como el ya tan conocido ¡Viva México!
Sin embargo, con todo lo que está sucediendo en el país, muchos mexicanos creemos que no hay nada que celebrar.
Sí, la Independencia de México fue un suceso sumamente importante para el país y un hecho que será recordado por siempre por el peso histórico, político y social que representa para todos, pero hoy los mexicanos enfrentamos nuevas luchas que no deberían ser ignoradas por nuestros gobernantes, sobre todo por el Presidente.
Y es que, ¿cómo podemos celebrar la “Independencia”, si a diario asesinan alrededor de 10 mujeres? ¿Qué celebramos si en tan solo el primer semestre del 2020, ya han muerto más de 17 mil mexicanos a causa de la violencia? ¿Cómo podemos festejar, cuando muchos niños con cáncer están muriendo ante la falta de medicamentos?
Sin dejar de lado todas las vidas que hemos perdido a causa del coronavirus, o los 17 activistas defensores del medio ambiente asesinados en los últimos dos años; al igual que las más de 25 mil víctimas que al año perdemos a causa de la otra pandemia, esa que es provocada por la inseguridad vial y que la sociedad en general ha normalizado.
Probablemente quien me esté leyendo, piense que todo lo anterior ya ocurría desde hace mucho, que no hay nada nuevo bajo el sol, pero precisamente porque se trata, en su mayoría, de problemas públicos mal atendidos con los que venimos cargando desde hace bastante tiempo, es que ya no podemos seguir obteniendo las mismas respuestas de siempre y mucho menos queremos que nuestras exigencias sigan siendo ignoradas.
Llámenme pesimista, pero yo, al igual que miles de mujeres, considero una actitud indolente celebrar una independencia que la mayoría de las mexicanas no gozamos, pues muchas de nosotras siguen siendo violentadas, violadas o hasta asesinadas. Tampoco somos verdaderamente libres de defender al medio ambiente y la naturaleza, por el miedo de ser asesinados, o de poder salir de casa sabiendo que vamos a regresar vivos.
La mayoría de quienes nos movemos a pie por la ciudad, seguimos sin contar con la libertad de hacerlo de forma segura y accesible y muchos pierden la vida a causa de las pésimas condiciones que la ciudad nos brinda para movernos.
¿Cuál libertad? Si muchos analizamos la hora, la ropa, las cosas, el medio de transporte y hasta la compañía con la que saldremos a algún lugar determinado. Si emprender se ha vuelto cada vez más difícil por la inseguridad provocada por el crimen organizado.
La lucha no ha terminado. Hidalgo, Josefa Ortiz y los demás héroes de la independencia, lucharon por liberarnos de los españoles, pero hoy nos toca a nosotros luchar por vivir una vida libre de violencia. Nos toca seguir exigiendo y construyendo un país mejor para todos y continuar lo que nuestros antecesores hicieron por nuestras generaciones y por amor a México.
Y a propósito de amor al país, aprovecho para concluir felicitando por su cumpleaños a mi gran amiga Libertad García, incansable gestora cultural que le hace honor a su nombre por toda la lucha y trabajo que ha hecho para contribuir en lograr ese país que todos queremos.