Política

El impulso del ciclismo y otros demonios

Con 461 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el día 24 de noviembre el dictamen con proyecto de decreto que declara la primera semana del mes de junio de cada año, como la “Semana Nacional de la Bicicleta”.

Dicho dictamen, el cual se remitió al Senado de la República para sus efectos constitucionales, señala que con esta Semana Nacional se pretende que autoridades federales impulsen el uso de la bicicleta como deporte, mediante la organización de eventos.

De igual forma, precisa que los gobiernos estatales y municipales también deberán sumarse a la creación de actividades para promover su uso como medio de transporte no motorizado, sustentable y seguro.

Asimismo, el dictamen intenta hacer visible el problema de movilidad en nuestras ciudades, el cual ha sido provocado por una mala planeación y gestión de las mismas, y por el impulso desmedido del uso del automóvil en ellas, motivo por el cual la bicicleta se ha vuelto una aliada importante de las urbes mexicanas al servir como un medio de transporte alternativo, mucho más económico y menos contaminante que los vehículos automotores.

Por todo lo anterior, considero importante que, además de ver al ciclismo como un deporte, las autoridades mexicanas comiencen a verlo como un medio alternativo que puede sumar beneficios económicos, sociales y ambientales a la sociedad mexicana.

Pero ello no solo se logrará mediante la aprobación e implementación de una “Semana Nacional de la Bicicleta”, sino realmente aprobando presupuestos en todos los niveles, que busquen la creación de infraestructura ciclista segura y accesible para todos.

No desestimo este esfuerzo que menciono, ya que proviene de la misma sociedad civil organizada, quienes no han soltado el tema y trabajan día tras día en mejorar la movilidad de las ciudades del país, pero considero importante que pongamos los puntos sobre las íes, y que enfoquemos nuestros esfuerzos en seguir exigiéndoles a las autoridades una mejor gestión del dinero público, pues es allí donde radican muchos de los problemas de movilidad que nos afectan a todos.

Si bien es cierto que a raíz de la pandemia, distintos gobiernos locales han estado promoviendo el uso de la bicicleta y creando infraestructura ciclista emergente, no podemos quitar el dedo del renglón, pues tan solo poco más del 20% del gasto público es destinado en promedio a la movilidad urbana sustentable, de acuerdo a la Cuenta Pública del portal de Transparencia Presupuestaria.

La mayor parte del gasto público se va en la construcción de infraestructura vial, la cual en su mayoría, está enfocada en quienes se mueven en automóvil privado. Es por eso que, aunque la Semana Nacional de la Bicicleta es un gran avance para que los gobiernos mexicanos de todos los niveles y todos los colores sin excepción impulsen el ciclismo, es urgente que estas buenas intenciones sean respaldadas con recursos para realizar una promoción mucho más completa y digna.

Que no solo se impulse a la bicicleta mediante eventos y actividades, sino que nuestras ciudades sean lugares seguros y con las condiciones para que cualquier persona que decida moverse en bici, lo pueda hacer de forma segura, cómoda y justa.

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Marcela Brown
  • Marcela Brown
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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