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Frágil equilibrio financiero

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Uno de los factores que ayudaron a que nuestra moneda solo se devaluara 5% respecto al dólar en 2020 fue el equilibrio de las finanzas públicas; no haber crecido la deuda por nuevos empréstitos también se reconoce como valioso, ya sabemos que la deuda como porcentaje del PIB se incrementará de 45 a 56%, pero esto es consecuencia de la contracción de la economía y no de haber contratado nuevos créditos en términos netos.

Pero  lo que más contribuyó al equilibrio fiscal fue que no se tuvo déficit en la balanza de pagos ni en la cuenta corriente, la razón es que en relación a la balanza comercial, ésta mostraba a septiembre un superávit de 25 mil millones de dólares; esta cifra jamás la habíamos visto y seguro para diciembre estará cerca de los 30 mil millones de dólares o algo más.

Hasta aquí parece que todo es una buena noticia; sin embargo, al hacer un análisis más preciso vemos que el resultado del superávit no fue un crecimiento muy importante de las exportaciones, lo cual habría sido fantástico, pero no; el resultado tiene su origen en una caída enorme de las importaciones de maquinaria, equipo y bienes intermedios. Lo anterior es una muy mala noticia ya que nos indica que en el país no se está invirtiendo lo necesario para crecer y por eso la economía se contraerá entre 8.5 y 9%. 

Se ve cómo nuestro gobierno adoptó la estrategia de mantener el equilibrio fiscal, aunque se sacrifique el crecimiento. La mayor parte de las naciones adoptaron medidas contracíclicas apoyando con recursos fiscales, el empleo y la planta productiva, pero esto deterioró, sin duda alguna, su balance.

Pienso que ésta debió ser la estrategia correcta, porque el equilibrio fiscal no sirve para nada si no hay inversión y a su vez crecimiento; además, el asunto es más crítico en un país de cerca de 130 millones de habitantes,

de los cuales 50% vive en algún tipo de pobreza.

El equilibrio fiscal alcanzado en 2020 será más difícil de lograr este año; en primer lugar es posible que se mantenga un superávit en la balanza comercial; sin embargo, creo que éste puede ser más pequeño porque, aunque poco, la economía empezará a rebotar, y este año habrá inversiones en la planta productiva para poder mantenerse trabajando, con lo que aumentarán las importaciones de maquinaria y equipo.Además, si la economía de EU crece, puede ayudarnos a subir nuestras exportaciones.

El año pasado las finanzas gubernamentales se beneficiaron por la incautación de los fideicomisos; esos ingresos este año ya no estarán, y además debido al desempleo y al cierre masivo de pequeños y medianos negocios, la recaudación de impuestos puede ser menor.

Por último, el comportamiento de Pemex y CFE será clave para el equilibrio fiscal; si siguen con pérdidas, pueden descarrilar las finanzas nacionales. Creo que con políticas públicas, con sentido común y proclives a elevar la inversión privada, se puede estar en equilibrio y crecer.

Asimismo, es necesario resaltar que el pésimo manejo de la pandemia también puede afectar el equilibrio fiscal, en la medida en que eso no permitirá que las actividades económicas alcancen, en el corto plazo, la normalidad.

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Manuel Somoza
  • Manuel Somoza
  • Presidente de CI Estrategias por Somoza Musi. Ejecutivo con más de cuatro décadas de experiencia en el sector financiero. Es economista de la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en Finanzas del Tec de Monterrey.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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