Hace algunos días acudí a un evento cultural con mi amigo Sebastián Salas y conocí La Coop Librería y el Espacio Moebius, dos espacios muy agradables en donde se reúnen los amantes de los libros justo en la calle Bulnes, en donde se comparte la pasión por las letras: literatura independiente y emergente. Una combinación excelente. Ubicadas en Bulnes 640 y 658 en el Barrio de Almagro en Buenos Aires, Argentina estos lugares se destacan por su calidez; y es que desde la primera vez que entras puedes darte cuenta de la hermandad que se ha logrado y de lo comprometidos que están con la cultura. Encontrar estos rinconcitos llenos de letras siempre me saca una sonrisa. Y es que en esta ocasión: Selva Almada, Juan Carrá y Santiago Caruso fueron quienes la hicieron de libreros y recomendaron varios libros para este verano en una amena reunión que inició en punto de las 19:00 horas. ¿A que saben las palabras? ¿Uno compra libros o los libros nos encuentran? Leer y escribir… ¡que placer! Esta fue la séptima noche y les aseguro que no la última a la que asistiré. Hacen falta más espacios como estos: en los que los lectores se sientan como en casa y se relajen conforme desplieguen la mirada por las letras. ¡Así es La Coop y Moebius! Librerías coloridas con mensajes que nos invitan a adentrarnos en ese mágico mundo de la imaginación y la lectura. Dos espacios que nos abrazan, nos acercan, nos guían y no nos sueltan sino que nos hacen retomar constantemente en nuestras lecturas. Los detalles, los talleres, las presentaciones, las actividades, su amplia gama de libros y hasta las ilustraciones en las paredes me hicieron parte de ese divino mundo surrealista. Y es que leer un libro nos adentra en un lugar maravilloso del que pocas veces queremos salir. ¿Quién no ha pasado por el duelo de terminar un buen libro? ¿Quién no ha atrasado la lectura para que le durara más una sonrisa? Todos hemos pasado alguna vez por esto. Últimamente leo en todos lados: En mi casa, en el subte, esperando a alguien, en el parque ó haciendo fila... una costumbre arraigada desde mi niñez y de la que no soy capaz de soltarme. Los libros son tan indispensables y entre más pesados sean creo que ayudan a los cerebros livianos. Con los libros no hay que hacer dieta… ¡hay que devorárnoslos todos! Mi padre solía decirme que no importa que leamos si se es constante, siempre hay que tener un libro que debemos de terminar y comprar el que después de ese vamos a empezar y La Coop y Moebius son el lugar en el que sin duda los podrás encontrar.
