Los ojos del mundo se posaron en Argentina y es que ayer en el marco de una extraordinaria ceremonia se realizó oficialmente la apertura de Los Juegos Olímpicos de la Juventud de verano 2018 aquí en Sudamérica. La fiesta inaugural se dio en punto de las 20:00 horas en el corazón de los porteños: El obelisco, el lugar más significativo, en este punto se cantó el himno nacional mientras descendía desde las alturas un atleta a la par de que se realizaban proyecciones para culminar con el tradicional desfile de banderas que inició el país de Grecia y que cerró el argentino Dante Cittadini, representante de yachting. Se especula que casi 250 mil espectadores disfrutaron del show en la Avenida 9 de julio y que fue transmitido en vivo por televisión abierta a nivel nacional. Cifras oficiales confirman que 4,012 deportistas de todo el mundo arribaron al país, sin duda fue una fiesta que paró no sólo sus calles sino al país entero. En su discurso de bienvenida el Jefe de Gobierno, Horacio Larreta externó: “El espíritu olímpico se respira. Estamos muy felices de que seamos la sede, los juegos duran doce días pero la infraestructura deportiva es un legado que quedará para siempre. A los atletas y delegaciones los invito a que disfruten de la villa olímpica, la competencia, el encuentro deportivo, pero sobre todo de Buenos Aires que los recibe con muchísimo afecto”.
Los cinco aros que conforman el logotipo de los JO se iluminaron a la par de que bailarines sostenidos con sogas mientras realizaban coreografías aéreas, bajaban en medio de aplausos y fuegos artificiales. Seis atletas argentinos fueron los encargados de llevar en sus manos la bandera mientras se cantaba el himno de los juegos olímpicos con un arreglo tanguero y como una muestra de apoyo a la igualdad de género el pebetero fue encendido a la par por un hombre y una mujer luego de que la antorcha argentina recorriera 14 kilómetros.
Cabe señalar que la delegación argentina está conformada por 141 atletas, 8 mil voluntarios colaboran con la organización y que esta es la tercera vez en la historia que se hace este evento multideportivo que sin duda dejo emocionados los corazones de los porteños quienes hoy son los anfitriones de la sede que quedará para la historia.
El obelisco es icono y fue protagonista, dio su bienvenida con bandoneón y tango, se iluminó una y otra vez, y es que la superficie de su estructura bajo su fría noche nos contó una historia mientras desafiaba la gravedad, la de un país que a pesar de lo que ocurra siempre se levanta, siempre está en pie y nunca se rinde.
