Ciencia y Salud

La calidad de vida empieza en casa

  • Para Reflexionar
  • La calidad de vida empieza en casa
  • Luis Rey Delgado García

La calidad de vida tan buscada y declarada por gobernantes, políticos, empresarios y diferentes integrantes de la sociedad empieza por la casa. 

Una variable imprescindible para mejorar la calidad de vida es la familia, el hogar, en donde la persona nace, crece y se desarrolla.

En este ámbito se experimenta por primera vez el aprecio o el rechazo hacia la propia persona. 

Es la plataforma insustituible donde el individuo se lanza al desarrollo integral. 

La familia es la primera ventana al mundo, desde donde se transmiten las actitudes fundamentales para afrontar la vida, la orientación ética, los valores a tomar en cuenta y muchas cosas más.

La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad. Basada en el matrimonio, la familia es la principal responsable del cuidado y la protección de los seres humanos desde la concepción hasta la muerte. 

No es sólo una unidad jurídica, social y económica, sino una comunidad de amor y de solidaridad insustituible para la transmisión de valores y el desarrollo de sus miembros y de la sociedad.

Sin embargo, esta realidad presenta múltiples desafíos, desde los problemas económicos, sociales y jurídicos, hasta la confrontación de su misma identidad y viabilidad. 

Es un hecho, la familia no es perfecta, sus integrantes tampoco lo son; la familia tiene fortalezas y debilidades, oportunidades y problemas, crisis e imprevistos.

Los cambios que inciden sobre la familia son evidentes, la comunicación familiar se rompe o se deteriora, cada vez más existen familias encabezadas solo por mujeres. 

En muchas de las familias conviven en la misma casa tres generaciones (abuelos, padres e hijos);

Tan solo en el año 2000, hace más de 20 años, había siete divorcios por cada 100 matrimonios. 

De las madres solas: el 44 por ciento son viudas, el 25, separadas, 22 por ciento, solteras y el 9 por ciento, divorciadas.

La mayor convivencia que tienen nuestras familias es alrededor de los alimentos acompañados por la televisión o por las salidas de paseo. Las transformaciones son distintas y complejas. 

Ha cambiado la edad promedio para contraer matrimonio, para tener el primer hijo, la tasa de fecundidad ha disminuido, los papeles en el hogar se han modificado, la dinámica familiar es otra. 

El reto consiste en distinguir qué cambios aceptar y cuáles rechazar. 

No todo cambio, por el hecho de serlo, es conveniente y positivo. 

Podemos y debemos adaptarnos a los cambios que sean necesarios siempre y cuando no contravengan la esencia de la familia como el lugar natural, propicio y suficiente para el desarrollo humano.

La familia es pues una escuela de calidad de vida, si se quieren mejorar las condiciones de vida conviene empezar por casa.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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