Uno de los mejores partidos de Acevedo. Otra vez el mejor arquero de México demostró que merece un lugar en la Selección.
Javier Aguirre no debe estar al tanto de las capacidades del estelar del Santos, porque es de extrañarse que no haya aparecido en alguna convocatoria.
Los comentaristas de TUDN se la pasaron elogiándolo y no era para más.
Tigres vino a hacer un partido decente, porque en ningún momento se vio abrumador. Si Tigres, con toda su capacidad y poder de plantel, hubiese querido triturar al Santos, lo habría logrado.
Pero el Santos también plantó cara y no se vio minimizado. Los de Francisco Rodríguez estuvieron a nada, al final, de empatar el partido.
Hay un factor que ya debe considerarse en el Santos como un déficit: Lozano ya no debe ser titular.
Ya no, por favor. No tiene capacidades para estar en un club que pretende mejorar sustancialmente. Igual Villalba: siempre parece que va a hacer algo interesante y siempre se queda en nada.
Nunca, al igual que Lozano, ha explotado en el Santos. Mejor que inicie Jordan Carrillo. Ninguno de los dos han demostrado algo futbolísticamente digno en el equipo.
Que le den oportunidad a canteranos: cobran menos y seguramente son mejores. Convencido estoy de que tanto Lucca Vouso y Máximo Reyes son mejores que Lozano y Villalba.
Lástima que se siga lastimando Barticciotto, pues es el único referente en ofensiva de alto nivel en el equipo. Esperemos este parón de selecciones le sirva para que termine su recuperación al 100%.
Pero volvamos al partido donde el Santos luchó, trató dentro de sus posibilidades y logró sacarle algunos sustos a Tigres. Pero la diferencia fue muy clara en el sentido de las capacidades de un plantel y otro.
Pasa con Tigres, como sucede con Rayados, que uno ya no sabe si los que entran de cambio son mejores que los que salen del campo.
Y en la diferencia de planteles está el plus de Tigres, porque sus futbolistas, sin necesidad de estar haciendo un gran partido, gozan de esa aura cobijada por su inmenso talento. Eso es lo que termina marcando la diferencia.
Lo de Haret Ortega es una lástima, pero no le quedaba de otra. Prefiero la intensidad de Ortega o Balanta, que se rifan el físico y hasta la expulsión por su intensidad en cada jugada, en vez de un Abella que siempre le huye al peligro.
Que la fecha FIFA sirva para que el Santos, otra vez, haga un acto de introspección y se mire en el espejo. El equipo ha mejorado, pero solamente está un poco menos peor.
