Fue un día 16 de febrero como en el que nacen estas líneas, que en la Ciudad de México en 1913, se pacta una tregua entre tropas leales al Presidente Madero y los militares rebeldes liderados por el G. Mondragón atrincherados en La Ciudadela, una sublevación iniciada apenas 7 días antes.
Día 9.- Militares toman Palacio y apresan a Gustavo Madero, quien es liberado en una rápida acción del G. Villar. El Presidente es advertido sobre la conspiración. Bernardo Reyes al frente de una columna de rebeldes cae muerto frente a la “Puerta Mariana”.
Día 10.-Madero propone a Felipe Angeles como Jefe de Plaza pero deja al frente a Huerta, grave error que resultará fatal.
Día 11.- Ataque inútil a La Ciudadela, Huerta entrega a Angeles obuses inadecuados y permite entrar víveres a la fortaleza. Madero acepta explicaciones de Huerta.
Día 12.- Huerta dirige las tropas fieles a emboscadas que minan las fuerzas maderistas. Rebeldes asesinan a muchos civiles para exhibir la incapacidad del gobierno de Madero.
Día 13.- Un disparo destroza la Puerta Mariana, Palacio está a tiro de cañón de la Ciudadela. La lucha armada se extiende por todas las calles.
Día 14.- Llegan tropas pero muchos se pasan al lado de los rebeldes. Madero acepta los argumentos de Huerta de falta de armas.
Día 15.- Huerta designa al G. Blanquet para resguardar Palacio. El embajador Wilson (USA) desprestigia al gobierno de Madero, que se niega a renunciar como se lo piden algunos senadores. Su casa es incendiada.
Día 17.- Rumores de que Huerta es traidor, Madero lo cuestiona y cree en sus palabras. Gustavo descubre la traición de Huerta pero su hermano no le cree.
Día 18.- Madero y Pino Suarez son arrestados por Blanquet, de quien el Presidente había desechado sus sospechas. G. Madero es arrestado.
Día 19.- Asesinan cruelmente a Gustavo Madero y se completa así la hoy llamada “Decena Trágica”.
Madero y Pino Suarez son asesinados 3 días después. “Las revoluciones terminan devorando a sus hijos” reza una frase.
No en balde Salvador García González T. primo hermano de Madero alguna vez le dijo: “No te metas Pancho”.
