Eran ya las 7 de una helada mañana del 22 de enero, el ferrocarril completo se estremeció cuando en una estación de Arkansas, la poderosa máquina se acopló con el primero de los 18 vagones que debía arrastrar.
Jenny Davis sintió que su corazón igual se estremecía cuando suavemente, Jack Miller su tan amado novio, deshizo el abrazo con el que estuvieran estrechamente unidos los últimos minutos.
En sus oídos aun les parecía escuchar las dulces notas de una canción, que horas antes en el cuarto de Jenny fuera el único testigo de su apasionada entrega amorosa, cuya letra parecía encender más su juvenil deseo de seguir así unidos para siempre.
Pero la hora de la separación había llegado, tal vez sería para siempre.
Sí, se dijo Frank, podría ser la última vez.
A la misma hora pero a 11,000 kilómetros de ahí, en Tohoku Japón, Ren Sato, secaba tiernamente las lágrimas sobre las mejillas de Mei Yuki, quien a sus juveniles 18 años, apenas podía contenerse para no romper en llanto, al anunciar el silbato del tren que era la hora en que Ren debía partir al encuentro con su destino, un destino ¡en el que no estaba ella!, pensaba con desesperación Mei, tratando de entre sollozos, aspirar quizá por última vez aquel aroma de Ikoto que ella tanto amaba.
Si, tal vez podría ser esa la última vez pensaba el joven soldado japonés, recordando la letra de la canción que horas antes escucharan en casa de Mei, donde sus padres discretamente se retiraran para permitir a los jóvenes despedirse.
Era el 22 de enero de 1942, y el voraz monstruo carnicero de la Segunda Guerra exigía sangre y vidas jóvenes, para sacrificarlas en el altar de los intereses económicos y políticos de la época.
Un año después, curiosamente otro 22 de enero, Frank e Ikoto le entregarían sus vidas sin saber porqué morían, pero ambos morían en paz recordando aquel último beso.
Era un 22 de enero de 2005, hace hoy justo 20 años, a sus 89 años moría en México Consuelito Velázquez, autora de la letra que dice: “Bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez”.
Ella, quien dio tanto a tantos:
Descanse en Paz.