La economía violeta destaca por reconocer la fuerza creativa, productiva y transformadora de las mujeres e implica traducir ese potencial en oportunidades reales, en acciones concretas y en políticas que acompañen sueños desde su raíz. Para Hidalgo, visibilizar esos aportes ofrece una ventana para crecer con justicia generacional y dar pasos firmes hacia una sociedad más inclusiva y productiva, una donde cada proyecto de una mujer represente un impulso para toda la entidad.
Las mujeres hidalguenses que emprenden requieren acceso a financiamiento, capacitación y a espacios donde cuidar y trabajar sean compatibles. En el actual gobierno estatal que lidera Julio Menchaca Salazar, las convocatorias vigentes abren ese camino: el Instituto Hidalguense de Competitividad Empresarial (IHCE) promueve “Emprendiendo Paso a Paso 2025”, con apoyos de 25 mil pesos por proyecto, cursos y acompañamiento para formalización. El programa “Hidalgo con Potencial 2025” ofrece hasta 50 mil pesos a MiPyMEs, accesibles por macroregión. Por su parte, “Transformando Emprendedores 2025” destina apoyos de hasta 20 mil pesos a personas de entre 18 y 29 años, con prioridad a quienes provienen de municipios con culturas originarias o aquellos que muestran una alta marginación. Estas iniciativas ocupan un papel central.
Cuando una mujer cuenta con recursos y acompañamiento, se convierten en creadoras de comunidad, de empleo y de bienestar familiar. Instituciones como mencionado IHCE y el Instituto Hidalguense de las Mujeres respaldan este impulso: el primero orienta en competitividad, asesoría y capacitación; el segundo articula redes, talleres y acompañamiento especializado para emprendedoras. Son un centro de cuidados, mentorías, incubadoras temáticas y ferias locales como la “Semana Mujer MiPyME Hidalgo” en la cual se amplía la visibilidad de productos y generan redes de colaboración.
El Gobierno de México con la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo ha avanzado con políticas federales como “Crédito Mujer Emprendedora” de NAFIN, que facilita financiamiento sin comisiones para empresas lideradas por mujeres; actualizar esa visión desde lo local ofrece una oportunidad de replicar esquemas que rompen barreras financieras, mismo que también aplica para las mujeres hidalguenses.
Más allá de los recursos, adquiere valor el entorno donde emprender. Diseño de entornos con cuidado implica pensar en guarderías cercanas a parques industriales, horarios adecuados y cultura organizacional que considere que la responsabilidad del cuidado recae con frecuencia sobre las mujeres. Estas condiciones liberan tiempo, reducen estrés y permiten crecer con mayor impacto comunitario.
Desde el Congreso del Estado, las diputadas y diputados impulsamos una política pública en materia de economía violeta que implica dos líneas claras: ampliar las alianzas estatales para fortalecer emprendimientos femeninos y promover esquemas de cuidado institucional coordinado con IMSS Bienestar, la Secretaría de Salud, los municipios y y el sector privado. Es apuesta por una economía donde las mujeres cuenten con respaldos tangibles de gobiernos comprometidos y sensibles.
La economía violeta, en síntesis, supera la idea de ser una tendencia para evolucionar a significar un camino innovador de la ruta que transforma comunidades, fomenta justicia y multiplica capital social.