Tuve el privilegio de fundar al Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas, junto a René Castillo de la Cruz, Alberto Rhi Sausi Galindo, Nazario Assad Assad, Armando Amín Rodríguez, Francisco Arellano Conde y Javier de los Santos Fraga, el consejero presidente.
Hace 25 años, el 28/06/1995, Álvaro Garza Cantú, Enrique Pumarejo, Felipe Garza Narváez, Gelasio Márquez Segura, Julio César Lozano, Yehude López y demás integrantes de la LV Legislatura presidida por Juan Alonso Camarillo, nos aprobaron por unanimidad.
Septeto de ciudadanos al que le correspondió una tarea fundamental para la construcción de la democracia en Tamaulipas: amputar al gobierno el control de las elecciones. Una cirugía mayor que al enfrentar la resistencia al cambio del gobernador Cavazos Lerma, utilizó bisturí y serrucho.
Ciudadanización del arbitraje electoral fue el nombre que recibió el paradigmanaciente, que tuvo su epicentro en la Reforma Electoral Federal de 1994.
Pero el efecto dominó de aquella reforma salinista no hubiera sido posible sin el empuje de un grupo de mujeres y hombres, tanto de la sociedad civil como de la oposición, para que Tamaulipas iniciara su transición a la democracia, en sintonía con el cambio nacional. Honor a quien honor merece.
Recuerdo con aprecio a Leonor Sarre Navarro, Lydia Madero García, Gelasio Márquez Segura y Gerardo de Jesús Arellano Aguilar del PAN, Pedro Alonso Pérez, Elpidio Tovar de la Cruz y Rafael Rodríguez Segura del PRD, Alberto Rhi Sausi Galindo y Benjamín Prieto Treviño de Alianza Cívica.
La ciudadanización provocó un vuelco nunca antes visto en la conformación del poder: el PRI perdió en 10 municipios y cinco distritos, ganando Ángel Sierra,
Enrique Navarro, Doris Hernández, Antonio Guajardo, Ramiro Salazar, Diego Hinojosa, Ramón Sampayo y Jorge Sosa, entre otros candidatos opositores.
Pese a las piedras encontradas en el camino, el Ietam cumple 25 años de vida, la era del partido hegemónico ha concluido, la alternancia ya es parte de la rutina democrática y la elección número once se prepara al amparo del confiable Sistema Nacional Electoral, asechado por la tentación regresiva del populismo en el poder.
