A las 8:30 horas del pasado 13 de noviembre, un vecino que caminaba por las calles de una zona habitacional cercana a la Universidad de Idaho se percató de que la puerta principal de una casa estaba abierta de par en par.
El hombre se acercó al inmueble, se asomó tímidamente al interior, y al no ver nada extraño, siguió su camino.
Aproximadamente tres horas después, una llamada al 911 reportó que una persona estaba “inconsciente”, precisamente, en una de las habitaciones de la casa que el vecino había revisado por la mañana.
Todos los que habitaban la casa indicada eran estudiantes; uno de ellos había hecho la llamada.
La persona “inconsciente”, en realidad era una de las cuatro víctimas asesinadas entre las 3:00 horas y 4:00 horas del 13 de noviembre, después de regresar de sus reuniones.
Madison Mogen y Kaylee Goncalves, ambas de 21 años, y Xana Kernodle y Ethan Chapin, de 20 años, tres mujeres y un hombre sufrieron un ataque homicida en la primera y segunda plantas de la casa.
El señor Steve Goncalves, padre de Kaylee Goncalves, ha señalado que su hija o uno de los tres estudiantes eran el objetivo del asesino, si no, ¿cómo explicar que el individuo no haya agredido a alguno de los dos estudiantes que dormían en la planta baja del edificio?
Los jóvenes fueron agredidos de forma brutal con un arma blanca. Steve Goncalves indicó que conversó con Cathy Mabbutt, la forense encargada del caso, quien señaló que no eran precisamente puñaladas las que causaron la muerte de los jóvenes.
“No creo que puñaladas sea la palabra correcta, fueron como desgarres, fue un arma fuerte, no fue como una puñalada”, explicó la especialista. Goncalves, por su parte, abundó que fueron heridas grandes, “para desangrarse de forma inmediata”.
El rastreo de un auto Hyundai Elantra blanco 2011-2013 condujo a detectives del FBI y policías estatales de Pensilvania a la captura —el 30 de diciembre— de Bryan Kohberger, de 28 años, un graduado en criminología por la Universidad Estatal de Washington, quien es el sospechoso principal del asesinato de los cuatro estudiantes.
Kohberger, con doctorado universitario en su disciplina y adicto a la heroína, será llevado a Idaho, donde las autoridades locales intentarán desvelar las causas de los asesinatos.
José Luis Durán King