El gran novelista Mario Vargas Llosa anduvo por México y, como siempre, sus palabras son motivo de discusión. Sus interlocutores, sus entrevistadores, se han deteriorado; sus entusiastas, disminuyeron. De la voz memorable “Encuentro Vuelta” de Octavio Paz, queda sólo un chisguete llamado Carlos Loret de Mola. Marito fue entrevistado por Loret y le comentó: “López Obrador se quiere reelegir, sin ninguna duda”. La sesuda expresión es una especulación, pero sus aplaudidores la dan por válida. Claudio X. González, de plácemes, sin duda alguna. El mismo argumento contra la consulta de revocación de mandato.
En 1990 se llevó a cabo en la Ciudad de México el encuentro “Experiencia de la libertad”, animado por Octavio Paz. Fue cuando a Vargas Llosa se le ocurrió la equivocada frase de que México era la dictadura perfecta. Paz le corrigió la plana al decir que en realidad teníamos un sistema de partido hegemónico, el PRI. Enrique Krauze quiso enmendar el asunto hablando de una “dictablanda”, obtuvo merecidamente un coscorrón de Octavio. ¿Qué pasó entonces? Que corrieron a Vargas Llosa del país. Ahora Vargas Llosa puede decir las cosas que quiera y expresarse como quiera y quedarse en el país los días que le dé la gana. Nadie lo corre de México. Al contrario, es un huésped distinguido de la derecha. Los tiempos, y las actitudes oficiales, cambiaron. La experiencia de la libertad es otra.
Conacyt
Ahora resulta que el presidente Andrés Manuel López Obrador es un autoritario que persigue a la ciencia y a los científicos de México. Hasta donde leo, se persigue a la corrupción del Conacyt. En un país de leyes, quien comete un delito debe pagarlo, así sea un sacerdote, un político o un burócrata enmascarado en científico. Doctorados en fraudes; no ratones, ratas de la biblioteca del erario; en el laboratorio neoliberal de Conacyt, muchos, presumiblemente, se papearon.
Investigadores y científicos abusaron del presupuesto. ¿Cuáles son sus aportes científicos al país y a la humanidad? Si son tan chingones, ¿quiénes de ellos han llegado a ser premio Nobel? Un Nobel recibe alrededor de 22 millones de pesos de premio por su contribución científica, ¿cuántos millones de pesos se chuparon en Conacyt? No se confundan, es contra la corrupción, no contra la ciencia. Comparar estas acciones de la 4T con actos nazis, con el franquismo o con la persecución castrista en contra de Heberto Padilla o Reinaldo Arenas, no sólo es exagerar, es mentir. Ni purga ni depuración: rendición de cuentas, transparencia. Así que, si nada hicieron mal, todo bien.
Silva-Herzog Márquez
Jesús Silva-Herzog Márquez renueva su credencial del Club AntiAMLO con su reciente libro,“La casa de la contradicción”. Psicoanalista de pacotilla, en su visión pedestre Silva-Herzog Márquez reduce la actividad de poder de López Obrador al niño que rompe un juguete. La comparación no se sostiene, esperaba más de Jesús. En fin, Silva-Herzog Márquez, en este Club AntiAMLO, prolonga los libros de Roger Bartra, “Regreso a la jaula” –escrito desde el rencor–, también el libro “Y mi palabra es la ley” de Carlos Elizondo Mayer-Serra. ¿Qué tienen en común estos tres libros? Pues sí, el desdén de los lectores. Qué lástima.
@ruizjosejaime
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