No se confundan, Tatiana Clouthier tiene aspiraciones y respira, ¿respira para sí misma o para su cuate prianista Adrián de la Garza Santos? No lo sé de cierto, pero supongo que la Tía Tatis siente que se la deben después de que el dedazo de Andrés Manuel López Obrador se decidió por Clara Luz Flores Carrales y no por quien fue su vocera en la campaña en 2018. Las encuestas en Morena son la manera hipócrita de esconder dedazos. Tatiana Clouthier ya manifestó en el grupo selecto de Morena — la Presidencia es aparte— su decisión de ser gobernadora de Nuevo León. Es muy posible que le concedan el capricho.
Capricho, no oficio. Clara Luz Flores Carrales tuvo la oportunidad de ser gobernadora, la desperdició por sus mentiras, por su relación con una secta de abuso sexual. Oficiosa de Morena, perdió por ser oficiante. Esa huella es indeleble. Clara Luz es eficiente, sin embargo, ni la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, la puede catapultar para ser de nuevo candidata. Los cartuchos quemados son eso, quemados. Ganar Nuevo León sin las dos vertientes del Grupo Escobedo es imposible. Tanto Andrés Mijes y Abel Guerra tienen territorio ganado y estructura vigente. Sin ellos pierde Morena en Nuevo León. Se triunfa desde la estructura, no desde el idealismo. Lo enseñó y lo practicó Andrés Manuel López Obrador en sus recorridos por cada municipio del país.
Sui géneris, Nuevo León pertenece a la Federación porque no tiene de otra. Existe, histórica, simbólicamente, una lucha perenne entre Santiago Vidaurri y Benito Juárez, y otra vez las aduanas. El poder económico y mediático nace del norte, Televisa tiene apellidos (Azcárraga Milmo), Reforma (Junco de la Vega), TV Azteca (Salinas Pliego), Notivox (González), líneas editoriales a veces confrontadas, pero siempre influyentes. Creer que sin Nuevo León existe este país, es una ingenuidad política. Ningunear a los ciudadanos nuevoleoneses (lo podría aprender nuestra Presidenta silábicamente) es un despropósito. El problema de la adoptada Tatiana es Sinaloa, no es arraigo, su familia es sampetrina, si no la aceptación, la votación. Cuando compitió por una elección popular, perdió en el municipio que debiera acogerla, San Pedro.
Chiva en cristalería, la Tía Tatis no une, divide. ¿Cómo la puede acompañar en su candidatura el Grupo Escobedo morenista cuando se lanza en contra de Clara Luz Flores diciendo que es, desde la misoginia, un títere de su esposo Abel Guerra? Las encuestas en Morena son una hipocresía cuasi de derecha. La Tía Tatis adora, hay evidencias, al prianista Adrián de la Garza, y desdeña a Judith Díaz, Andrés Mijes y Waldo Fernández. ¿En qué se etiqueta la Tía Tatis? Tatiana tiene relaciones públicas con Claudia Sheinbaum, con la dirigencia de Morena y su influyentísimo político le da para ser candidata a la gubernatura.
Centralismo mediante, la Tía Tatis podrá ser la candidata de Palacio Nacional. Condición electoral nuevoleonesa mediante, eso no le asegura nada. Hace bien Tatiana en buscar la gubernatura, hace mal la 4T en que sea su candidata única. Hay opciones de integridad y dignidad: social desde abajo, no desde la cúpula, Andrés Mijes, alcalde de Escobedo, Judith Díaz, senadora. Si la Tía Tatis quiere ser gobernadora tiene que suplir los socialitos por lo social. Nunca lo ha hecho, es difícil que lo integre, que lo logre. La encuesta del dedazo tiene nombre: Claudia. La Tía Tatis tiene armonía y melodía. Sin duda carece de ritmo, no lo logró con el arduo trabajo de AMLO ni lo tiene con Sheinbaum. Sí puede ser una buena candidata, sí. Gobernadora, no sé. ¿Adrianista-prianista o claudista? Traiciones son del tiempo, no de Nuevo León.